Era un viernes por la tarde, muchos ya podían dejar el trabajo o él estrés de los estudios de lado, incluso ambas cosas a la vez en algunos casos, yendo a la disco, o simplemente juntándose entre amigos para pasar un buen rato, no obstante Haruka Nanase no encajaba dentro de ese alto porcentaje de la población, no se sentía muy cómodo estando rodeado de personas, sin mencionar que su capacidad para expresarse con palabras era casi nula.
Después de finalizar la jornada escolar, Haru tomaba el metro, lo cual se traducía en la peor instancia del día, ya que este siempre estaba atestado de gente, cosa que lo hacía sentir bastante incómodo. Una vez ya en casa, se dirigía directo a su obscura habitación, sin la necesidad de tener que saludar a nadie más que a sus peces, -los cuales moraban en un esférico acuario en la sala de estar- ya que sus padres estaban constantemente viajando por negocios.
Esa tarde, Haru estuvo revisando su tumblr por un par horas, reblogeó un par de citas y algunos posts algo estúpidos, pero que fueron de su agrado, hasta que se sintió un poco aburrido, estaba tan solo en casa que a veces le daban ganas de sentir un poco de afecto por parte de alguien, pero la gente con la que se cruzaba a diario en su rutina le parecía insoportable, según Haru era más fácil interactuar a través de las redes sociales, de hecho, ya había hablado con muchos de sus compañeros a quienes en el instituto ni siquiera miraba. Además nadie podía agredir tu integridad física, o al menos eso era lo creía él dentro de su ingenuidad.
Entró a skype, pero ninguno de los cinco amigos que tenía agregados estaba conectado. Entonces decidió averiguar por internet alguna red que permitiese platicar con personas a través de la cámara y es así como descubrió un sitio llamado omegle, cuyo eslogan decía "¡háblale a extraños!", lo cual despertó cierto morbo en Nanase.
Luego de meditarlo por un buen rato, decidió abrir la página.
El sitio le pedía sus gustos, por lo que agregó nadar, cocinar, cosplay, anime, videojuegos y youtube.
Se peinó un poco el cabello con los dedos y luego de tragar saliva activo la webcam un tanto nervioso.
Habló un rato con un rubio bastante agradable, con el que compartía el gusto por nadar y por el anime, aunque Haru prefería el genero seinen, a diferencia del otro.
Continuó en búsqueda de más personas con quien hablar, pero nadie parecía muy interesante, hasta que a eso de las diez de la noche, Haru dio un click que cambiaría completamente su noche.
A ambos les gusta nadar y videojuegos.
Era un joven caucásico, cabello castaño, ojos pardos, ocultos tras gafas de medio marco, vestía una camisa a cuadros roja y una chaqueta negra, a diferencia de Haru, quien aún traía puesto su uniforme escolar.
Bonitos ojos, fue el primer mensaje que recibió del él
Para nada, tipeó algo avergonzado, para luego escuchar una leve risa a través de sus audífonos.
-Me llamo Makoto-le dijo a través de la webcam-¿Y tú?
-Haru-respondió algo tímido.
-¿Qué año estás cursando?-le preguntó Makoto al notar la vestimenta del pelinegro
-Segundo-se limitó a responder.
-Vaya debes tener unos quince o dieciséis-comentó complacido.
-Cumplí dieciséis hace un par de semanas, y ¿tú cuántos años tienes?
-Veintitrés-soltó una leve risa al decirlo-Ya estoy un poco viejo-admitió con humor, provocando que Haru sonriera levemente, mientras se mecía en la silla, emitiendo involuntariamente un aura de inocencia que enterneció a quien estaba del otro lado de la pantalla-Dime, Haru, ¿vives con tus padres?
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Omegle (MakoHaru)
FanfictionADVERTENCIA: Este one-shot es netamente lemon yaoi, por lo que si no es de tu agrado, la pareja, el contenido o no cuentas con la madurez suficiente, por favor NO leer. Si es lo contrario, adelante. PSEUDOSINOPSIS: Un estudiante, un desconocido y un...