Una semana, una maldita semana sin Jimin, el motivo era que se encontraba enfermo y no tenía ganas de nada, y bueno, yo tampoco me digné en ir a su casa. Ahora nos encontrábamos en un bar tomando vodká, él estaba ebrio y yo me encontraba sólo un poco mareado.
- Kookie. - Una risa tonta escapó por su parte y sólo sonreí.
- ¿Qué?
- Vamos al baño. - Me dijo guiñándome un ojo.
- Está bien. - Mi sonrisa se amplió porque sabía a qué se refería.
Y así fue como nos pusimos de pie y nos dirigimos a uno de los baños, entramos a un cubículo y no tardé en agarrar su glúteo, este gimió por eso.
- No vayamos tan rápido.
Imposible.
Si habíamos ido al bar a emborracharnos era sólo para cumplir nuestro objetivo, follar en un baño, nos excitaba la idea de que nos descubrieran y pues tampoco íbamos a ser tan interrumpidos porque sólo hay borrachos.
Jimin se giró comenzando a besarme con desesperación, se notaba que quería esto tanto como yo.
- Jeon, mmh. -Murmuró contra mis labios mientras se restregaba contra mi bulto, aún ebrio sabía lo que hacía.
No aguanté más y lo apegué a la pared con dureza devorando de inmediato su cuello, él gimió en respuesta enterrando sus dedos sobre mi cabello. De a poco comencé a despojarme de su ropa que sólo estorbaba en aquél momento. Una vez el cuerpo de Jimin estuvo desnudo agarré su pene; masturbándolo. Él gimió en voz alta importándole un carajo lo que pensaran los que se encontraban ahí, aunque al parecer no eramos los únicos haciendo aquello ya que a lo lejos podía escuchar gemidos de otras personas.
Pasado unos minutos desabroché mi pantalón introduciendo la mano de Jimin dentro del bóxer, él relamió sus labios haciendo que se vean aún más apetitosos y rojizos, empezó a acariciar mi glande con su pulgar, donde deslizó el líquido pre-seminal por toda mi extensión, cerré mis ojos tratando de contenerme un poco.
Gimió.
Había presionado su pene sin darme cuenta.
No podía, simplemente no podía, tomé sus caderas y lo volteé pasando mi pene por su pequeña y rosada entrada, bueno, no tan pequeña actualmente.
-Jungkook, ¿qué esperas? Fóllame. -Mencionó en un tono de suplica.
Y sin más entré con facilidad debido al líquido que había esparcido anteriormente.
- Mierda, Jungkook a-ah. . . -Gritó.
Mierda, Jimin.
Pasó como media hora o más, donde sólo retumbaban los gemidos de Jimin y los míos en aquél baño, en un momento alguien pasó dando golpes en la puerta y nos dio gritos de aliento lo cual nos hizo reír. Unas embestidas más y Jimin se corrió unos segundos antes que yo, noté como su semen caía por la pared en la que se recargaba y solté su pene llevando la mano a mi boca para tragar lo poco que había salpicado en esta.
- Jungkook. -Murmuró con la respiración agitada.
- ¿Mh?
- ¿Dónde ahora?
Sonreí.
- Lo pensaremos con calma mañana. -Contesté acercándome para depositar un beso sobre su hombro.
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