Capítulo 2

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---¿En qué piensas?--- le preguntó su madre mientras tomaba un vaso de jugo.

---En nada--- le contestó. Pero Nicholas le estaba mintiendo. No podía sacar esa pregunta de su cabeza.

---¿Y estas bién?--- pregunto su madre algo preocupada.

---Si--- Contestó seco. Pero más tarde se dió cuenta de que hablaba. Lo ocurrido esta tarde aun resonaba en sus recuerdos.
Un silencio incómodo se mantubo por un rato. ---Voy yo a buscar a Celina--- dijo Nicholas y acto seguido tomó su chaqueta y camino hasta el colegio de su hermana.
*

---No estuvo mal, pero me hubiera gustado tener una nota un poco más alta--- Le comentaba Celina, pero Nicholas no la escuchaba.
Pensaba en otros como el, si habia o no.
El tenia la costumbre de creerse único. Pero con la pregunta de hoy su cabeza explotaba.
"tal vez los tornados y huracanes son obra de otros como yo" pensó. ¿Por qué no? El simple hecho de tener poderes destruia toda diferencia entre lo real y lo no real. Incluso pensó que las sirenas podian existir, y que los viajes en el tiempo eran posibles.

---¿Podémos pasar un rato? ¿Solo un poco?--- le pregunto Celina apuntando a la plaza que estaba a unos 50 metros dd ellos.
Nicholas no queria escuchar el grito de los niños. El queria silencio, para poder pensar. Pero fue la cara de su hermana la que le hizo cambiar de opinión.

Mientras Celina corria a los columpios, el se sentó en una fuente que estaba cerca. Nicholas se perdió en sus pensamientos de nuevo, nunca dejando a su hermana fuera de su vista panorámica.
Pensando estaba cuando una manzána le cayó en la entrepierna. Nicholas se retorció un poco por el dolor, pero luego tomó la manzana.
No tenia sentio que una manzana perfectamente redonda y de color rojo intenso caiga de ese arbol, cuando todas las manzanas del arbol son verdes, pequeñas y ácidas.

Observo si alguien lo hacia. Y si. Justo frente a el, a unos 15 metros. Se encontraba una chica. Estaba demasido bien bestida para andar por un lugar como este. La chica de mirada calculadora llevaba un hermoso vestido negro, parecido al de una mucama. Tenia guantes blancos con lunares negros y piel palida como la nieve. Su pelo dorado estaba recogido, y le daba un aspecto de inteligente.

Nicholas desbio la mirada hacia su hermana. Luego volteo pera verificar si la chica aun estaba ahí.
Ella nunca le saco la vista de encima. Era como una estatua, inmobil y fria. Su vestido era lo único que se movia, debido a las pequeñas rafagas de viento. Ella sacó una manzana, y comenzo a comerla mientras se alegaba.
Nicholas se impresionó. " me cae una manzana en la peor parte y luego una chica me observa y come manzana" Pensó. Y ahí unió las cosas: Era raro que le caiga una manzana, y luego una chica aun más rara comia manzana.

---¿Vamos?--- Le pregunto Celina mirandolo un poco confundida.

---Si si, vamos--- Tomo la mano de su hermana y camino hasta casa.
*
En su habitación, Nicholas pensaba en la pobre mujer que perdió la vida el día de hoy. Era algo que nunca se iba a olvidar; el rostro de la mujer ensangrentada. Era un rostro que mostraba que se habia rendido y que sabia que iba a morir.

Sus oidos escuharon algo raro. Y sintio un aroma a perfume. Era dulce y muy fuerte. Nicholas se paró y comenzo a buscar la fuente de ese aroma.

---¿Puedo pasar?---

---¡Ahhhh!--- El gritó al escuchar esa voz. Volteo asustado, con una bola de rayos en su mano. Y frente a el, la "misteriosa" chica del parque se encontraba educadamente sentada en la ventana. Nicholas la reconoció enseguida. ¿Cómo olvidar a álguien así?

---Así que, ese es tu poder... Interesante--- Lo miró la chica, algo tímida.

El solo la observó. Pensó en atacarla pero decistió de la idea.
Celina y la madre de Nicholas subian las escaleras rápidamente para ver el porque del grito.

---¿Qué sucedió?--- Prgunto Celina. Al ver a la muchacha se quedo inmovil al igual que su madre.

---Hola--- Dijo la muchacha aun sentada en la ventana.

---¡Querida! ¿Cómo te va? ¡Nicholas! ¿No has invitado a pasar a...? ¿Cómo te llamas?--- Dijo la madre de Nicholas.

--- Mi nombre es Andrómeda, Andrómeda Cox. Mucho gusto. Es usted muy amable. Pero Nicholas no me ha respondido si yo podia pasar a su habitación--- la chica era muy educada. Y con sierto aire de superioridad.

---Yo... recién. Yo--- Nicholas estaba en shock por la escena. La chica apareció de la nada. Y el casi la ataca.

---No temas. Yo soy cómo tu--- El se quedó aun más en shock con lo que dijo. "Eso significa que si hay más como yo" pensó.

---¿Usted tiene poderes?--- preguntó Celina. Andrómeda saco su mano por la ventana y el arbol comenzo a crecer. Los tres quedaron boquiabiertos con lo que veian. Andrómeda regresó la mano con una manzana.

---¡Tu me golpeaste con la manzana!--- exclamo Nicholas.

---Asi es, te pido perdón por eso---

---Eres increible--- agrego la madre de Nicholas sin poder contener la felicidad que tenia.
Celina también estaba fasinada con eso, pero Nicholas seguia sin creerlo. El pensaba que estaba solo, que era el único y eso lo hacia sentir especial. Pero se acabó de dar cuenta que no es así.

Guerra Del ZodiacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora