Creer.

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Nota 4. Viernes, 25 de mayo.


Recuerdo el día aquel día...

-No podrás ser eso que quieres. ¿Que piensas? ¿Que podrás ser como ellos? No creo que seas capaz.- concluyó con total disposición la mujer de cabello negro y ojos verdes.

La mire estupefacta y asentí. No dije ni una sola palabra, simplemente me quedé helada.
Todo ese día estuve pensando en lo que querías hacer con mi vida.
"Sólo tengo trece años ¿Como pudo desanimarme de esa manera?" fueron las palabras que salieron de mi mente en ese tiempo.

Ya han pasado años y no soy la misma. ¿Y que piensan? ¿Lo habré logrado?
Hace un tiempo, mi vida sólo rondaba en como los demás me veían.
Siempre las mismas preguntas rondaban en mi cabeza: ¿Soy suficiente?, ¿Puedo lograrlo?, ¿Por qué no soy como los demás?

El ser humano es tan complicado.
¿Por qué no podemos respetarnos? Simplemente respetarnos...
Las miradas, las palabras, los gestos que hacen de nosotros un "objeto" al cual dañar.

Un día alguien muy especial me abrió los ojos.

¿Por qué dejar que las miradas, palabras o gestos de personas ignorantes me digan que debo hacer, quien soy y cuáles son mis límites?
¿Por qué si lo que precisamente quería era ser feliz iba empezar por el paso equivocado: dejar que su "opinión" valga la pena?

Soy una persona inteligente no estoy para dejarme llevar por cosas superficiales.
No puedo permitir que una persona que no sabe quien es se atreva a decirme quien soy.
Ya no me molesta que me juzguen, no caeré en su juego. Si no terminaré convirtiéndome en uno de ellos.

Hoy me di cuenta de lo estúpido que es permitirse dañar. ¿Enserio voy a ser uno más? ¿Enserio me voy a juzgarme como ellos lo hicieron? Vamos. Hace mucho deje la fase de ignorancia. Soy inteligente, voy a ser feliz.

Comprendí que hay que creer en uno mismo. Ser auténticos y ser quiénes somos.
Porque ya no tiene sentido sentirnos menos. En la vida hay una opción que aparece cuando te lo propones: Creer.

Creer en que puedes cumplir tus sueños, en que tú te pones tus límites, en que puedes vestir la ropa que quieras, que puedes amar a quien sea y que puedes ser quien eres.

Al fin y al cabo descubrí un secreto:
Hay dos lados en la vida: El Bien y el Mal. Lo mejor es pararse en el malo y sólo girar, en el momento indicado, tu mirada al bueno porque quizás algún día todos podamos llegar a él.
¿Por qué digo esto? La Maldad y el miedo siempre estarán en el mundo, pero lo que debemos hacer es creer en que podemos resistirlo sin ser parte de él y sólo mirando fijamente lo bueno de la vida.





La esencia pura de la vida. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora