17.Beso a una hija de Atenea

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Nico di Angelo

Desperté más temprano de lo normal. Me cambie y salí de mi cabaña. Algunos arqueros de Apolo madrugaron y estaban entrenando, entre ellos, Will Solace. Jason había intentado acercarnos no-se-por-que. En cuanto me vio, corrió hacia mi.

-Hey! Nico

-Qué hay?

-Necesito hablar contigo.

-Pasa algo?

-Nico... es difícil, pero... Nico, m-me gustas

Will bajo la mirada. Estaba sonrojado.

-Disculpa?

-Si, me gustas, mucho.

-Will, lo lamento. Yo no siento lo mismo.

Will subió la mirada. Tenía una mirada cristalina.

-Oh... pues, creo que seremos como las líneas paralelas.

-¿Cómo?

-Siempre cerca, pero nunca juntos.

-Amigos?

-Amigos.

Will salió corriendo con sus hermanos.

El tiempo pasó y yo seguí caminando, realmente no estaba concentrado. Intenté hacer viajes sombra a algunos lugares, tal vez, en alguno estuviera Sharon. Pero no estaba concentrado, hice tres viajes accidentales a China.

Sharon... cada vez que pienso en ella, me es inevitable molestarme conmigo mismo, es que, si tan sólo hubiera tomado su mano... la corriente nos habría llevado a los dos, no sólo a ella. Estaríamos juntos, probablemente con la suerte que tengo, estaríamos en el corazón del Tártaro, sin Bob. O probablemente en la guarida de Keto y Forcis. Los dioses marinos malos, o probablemente en la cueva de algún pulpo asesino. Aunque, no importaría nada, mientras ella estuviera conmigo, mientras estemos juntos, todo estara bien.

Para cuando llegue al Campamento Mestizo ya estaban en la cena.

Había comida en mi mesa, fui hacia la fogata. Ofrecí toda la comida a todos los dioses de los que tenía conciencia, les pedí que me dejarán encontrarla, sana.

Fui hacia el lago. Mis mejores recuerdos de Sharon estaban en ese lago. Cuando recien la conocí, ella hizo un dibujo acuático de mi rostro. Me senté en el suelo. Tome una piedra y la arroje. El sonido del agua era un sonido relajante.

-Hey, Poseidón. Sharon está en tu territorio, protegela, si la ves, dile que iré por ella.

El lago tembló, tomé eso como un sí.

-Hey, todos están cantando alrededor de la fogata. Por qué no estas allí?

-Creí haberte dicho que no te metieras en mi vida personal.

Malena se sentó junto a mi. La mire y quedamos cara a cara.

-Prácticamente si me lo dijiste, pero no me gusta hacer caso a las personas.

Malena sonrió, jamás me di cuenta, pero ella tenía una bonita sonrisa, y a la luz de la Luna se miraba hermosa.

-Pues deberías, sabes lo que le pasó a Morfeo por no hacer caso a Hades, no?

-Si, lo se Nico. Pero no quiero devolverle la vida a mi esposa.

Sharon río suavemente, un sonido placentero.

-Deberías reír más a menudo.

-Tu deberías ser menos serio.

-Si yo dejará de ser serio... Tu reirías más a menudo?

-Si, probablemente

Reí suavemente, el hecho de imaginarme más social me causó gracia.

-Tu también deberías reír más seguido, Nico.

-No. No lo creo, sabes? Estoy lleno de imperfecciones. Soy una persona de mierda, no puedo ser más social o más divertido o simplemente reír más.

-No, no es así, no lo vuelvas a decir.

-Es la verdad.

-Nico, claro que no!

-Malena, la única persona que tenía, que me quería de verdad y me entendía, murió. No le importó a nadie.

-Alguien te quiere, y a alguien le importas.

-Quién? Will Solace?

-A mí, yo te quiero, a mi me importas. Me gustas.

Dos declaraciones en un día. Vaya, que duro es.

-Te gusto? Por qué? 

-Por que si, me gustas.

-Pero, por qué? Tu deberías estar enamorada de Thomas Stanger, de la cabaña de Afrodita. No de mi.

-Tu no me puedes decir quien me puede gustar o no.

-Yo no te puedo gustar, soy una persona de...

No pude terminar mi frase. Unos labios de posaron sobre los míos. Malena me besó. Un beso de verdad, el mejor de todos. Por un momento nada ni nadie importó. Sólo éramos ella y yo. Un beso bajo la luz de la luna. Una arpía pudo habernos alzado y devorarnos. Y a nosotros no nos hubiera importado.

-Nico, me gustas. Mucho.

-Y ahora que?

-¿Estamos en una relación?

No puedo estar sólo para siempre. Deposite un beso en su frente y respondí:

-Si, estamos en una relación.

Ying-Yang ☯Nico Di AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora