Una aventura entre rosas

Capítulo 17

Al salir de la casa de Sarina lo que menos me esperaba ver era a uno de los soldados caminando por ese lugar. Parecía que iba de camino a la frontera, la mochila en su espalda, lo resplandeciente de su armadura y la espada en su cinturón eran la prueba perfecta de eso.

Me aleje rápidamente de allí. Tenía un mal presentimiento. Las idioteces de Arthur parecían haber menguado, pero Luke se había encargado de fastidiar estos últimos días. Luke hacia ver todas las maldades de Arthur como una simple niñería. Varios de los soldados habían estado caminando por la villa en los últimos días.

Uno en particular había estado rondando cerca de la casa. Por la forma en cómo iba y venía desde la mansión del duque también me hizo sospechar que algo más estaba pasando lejos del campo de batalla. Durante las pocas veces que logre cruzarme con él, siempre me veía de forma analítica y una vez le escuche susurrar el nombre de Agatha, casi como si esperara algún tipo de reacción en mí. Algo me decía que era una persona cercana a Luke, tenían ese algo que me hacía desconfiar.

Pese a que mi padre era un soldado, yo no lo soy. Pasó muchos años de su vida entrenando en casa o en el campo de batalla. En algunas contadas ocasiones decidió enseñarme lo básico, solo por si algo sucedía. Que sepa defenderme no me hacía un soldado. Sé que es un héroe, sé que es muy importante para algunos, pero yo solo pienso en él como el hombre que me crio y me enseñó a amar lo poco que teníamos.

Aleje todos esos pensamientos cuando llegue a la plaza de la fuente. Busque a la chica que me hacía compañía pero no la encontré. Era poco más del mediodía y el sol no era tan intenso como en otras ocasiones. Me senté a esperarla.

-Buenas tardes, Moretti- Esa maldita voz. Pido un día de tregua, Señor. Mire hacia donde provenía la voz, encontrándome a Jaden que estaba parado a unos pasos de mí. Parecía analizarme.

-Buenas tardes, Anderson. ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?- La molestia era palpable en mis expresiones y en mi voz. Mejor lárgate antes de que te golpee.

-Hey, tranquilo. Solo vengo a hablar. Recuerda que esa bella princesa nos pidió amablemente que intentáramos llevarnos bien- Le vi suspirar- Estaba comprando un par de cosas y te vi más muerto que vivo.

-No te atrevas a burlarte. No soy el único con un aspecto tan deplorable. Estas cubierto de carbón hasta el cabello y te burlas de mí.

-Tengo mis razones- Pareció pensar algo antes de seguir hablando- Entonces el insulto no fue tan cruel como otras veces no crees.

Para este punto, ambos estábamos sentados en la fuente. Seguía reacio a soportarlo. No estaba de ánimos. Ver a ese soldado paseando como si nada no me gusto para nada.

-¿Cuántos soldados has visto estos días?- le pregunte. No esperaba una respuesta, pero ambos sabíamos que eso nos involucraba, conocer a Agatha tenía sus desventajas.

-Con el que andaba caminando por aquí hace un rato, ya van tres. Todos diferentes. Si no vas a ir por lo menos hazlo saber. Agatha se pondrá muy triste si una mañana no apareces- me aconsejo, intentando sonar lo más tranquilo que podía- dos de ellos preguntaron por ti. Pensaban que yo podría decirles donde encontrarte.

-Su capitán, Luke, fue amigo de mi padre. Están rondando porque él los mando- era la primera vez que me sentía en confianza con este- Mi padre quería que tomara su lugar si se presentaba otra guerra. No iré y se lo deje muy en claro. Creo que espera que haga lo correcto cuando llegue el momento. Pero esto ya es pasarse.

Si antes se estaba burlando de mí, ahora lo hacía en serio. La carcajada que soltó era muy escandalosa.

-La vida no siempre es como queremos. Espero que puedas resolver esto- se levantó y tomó las cosas que había dejado en el piso- Debo seguir con el trabajo. Espero que Agatha se vea hermosa el sábado por la noche.