Una mirada.

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El miércoles, por fin, mi día favorito de la semana había llegado, las clases son mas cortas o al menos tenemos menos clases y las clases que nos dan son menos aburridas a las de otros días, tenemos Matemáticas que es de mis favoritas y después tenemos Formación, con el mejor profesor del mundo. Pero lo único decepcionante es que apenas empieza el día y tengo que soportar clases que supongo no me va a ayudar a la vida.

En fin, hoy llegué temprano a la escuela para poder ver a que hora llegaba el amigo nuevo y para mi grata sorpresa él había llegado y se sentó en su banca a tan solo contemplar las horas pasar hasta que las clases inicien. Llegué y lo salude, saqué mis cosas de mi casillero y como es mi usual costumbre, fui saludando a cuanta persona se pusiera enfrente mío de camino al casillero, para ser cortés y buena onda decidí llevar al amigo para que fuera conociendo personas dentro del salón por lo menos. Llegamos al casillero que para ser sinceros estaba a unos cuantos metros de mi lugar y aún no se como es que tardo tanto en llegar y en sacar las cosas, pero bueno me lo llevé y lo tomé del brazo y de la nada él me tomó la mano, en ese momento se me olvidó que iba a hacer, me puse rojo y estaba muy nervioso y al mismo tiempo emocionado, pero por unos instantes me quedé paralizado y solo seguí caminando al casillero, vi mi horario y no pude evitar ver lo ojos que se asomaban curiosos al interior de mi casillero, mi reacción fue sacar rápido mis libros y cerrarlo con fuerza ya que si no lo hacía de esta forma todo se vendría abajo, después me fui a mi lugar y mi amigo me volvió a tomar la mano, llegamos a mi lugar y solo nos vimos sin decir nada. 

Así pasaron las horas y llegó el descanso largo y tenía planeado salir con mis amigas hasta que las muy malditas me dijeron que y solo iban a ir por copias que mi amigo me dijo que me quería invitar a comer ya que el maestro de la siguiente clase no había venido y teníamos hora libre, con toda la pena y emoción del mundo fui con él y me llevó a un café muy bonito donde me invitó una bebida y me preguntó por mi nombre verdadero y solo le dije me llamo Mau y tú ¿como te llamas?, evadiendo la pregunta solo me dijo: -Mau, que bonito nombre tienes al igual que tus ojos.- y toda mi cara se ruborizo y los nervios subieron, no supe que contestar y solo tomé de mi bebida, él me tomó la mano y solo la estrechó con la suya, una gran mano firme pero a la vez muy suave. Tomó de mi mano y le dio un beso y solo eso hizo que mis nervios llegaran a alturas a las que jamás habían estado y la emoción de que alguien que conozco de tan poco tiempo haga ese tipo de cosas conmigo es llegar a alturas impresionantes y mas viniendo de un chavo como él. Regresamos a la siguiente clase pero en el camino nos encontramos a mi grupo de amigas que al parecer nos habían estado siguiendo pero al ver que son tan indiscretas decidí que por el momento no les haría caso, porque después me vengaría de ellas, para colmo pasamos frente a ellas y empezaron a emocionarse y a gritar y por si no fuera mucho nos empezaron a tomar fotografías y empezaron a morir de nervios con ellas e hice contacto visual con una y fingieron ser discretas, al llegar al salón, fui al casillero pero ahora sin mi amigo solo con el fin de llegar con mis amigas y preguntarles que porque nos estaban siguiendo y solo se rieron dieron la media vuelta cuando en ese momento tomé a una del brazo y me dijo al oído que mi amigo se lo había pedido y que lo había conocido en un curso de verano y que eran realmente buenos amigos y que solo quería ayudarle, en ese momento me sentí sumamente amado y traicionado al mismo por mis amigas, traicionado en el buen sentido, en un sentido divertido.

Al fin quedan cinco minutos para que la última clase del día se acabe y mi amigo me susurró al oído, mi nombre es Santiago, y justo en ese momento tocaron y los dos nos quedamos sentados para dejar que todos salieran y poder así guardar nuestras cosas tranquilos y con calma, mientras lo hacíamos hablábamos de cosas realmente estúpidas como lo que es la repartición en los distintos talleres que eran clases obligatorias y él opinaba que eran horas de tiempo mal aprovechada en las que podría estar haciendo cosas mejores o por lo menos mas productivas para la humanidad.

Salimos de la escuela y decidimos caminar a nuestras casas y al llegar a la mía, fue la típica escena de película en la que el familiar esta en la ventana observando a los tórtolos y cuando están a punto de darse un beso los interrumpe de alguna forma en la que termina volviéndose una situación algo incomoda y graciosa, pues temo decir que esta no fue la excepción, llegamos y justo en la puerta de mi casa él estaba a punto de darme un beso en la mejilla justo cuando mi hermana interrumpió llamándome al celular y en el momento en el que contesté solo me dijo: -Mau, deja de coquetear y entra a la casa que tengo mucha hambre y no quiero comer sola-. Evidentemente la mandé a volar y le dije que en un momento entraba y en ese momento Santy me dio un beso en la mejilla y todo yo me puse muy rojo y cuando entré a la casa pasó lo inevitable, mi hermana me empezó a molestar.

Y así acaba un gran día lleno de cosas hermosas pero la mejor de todas ellas es que creo que he conocido a la persona indicada para mi.

Esperando un amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora