Un suceso

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Mi vida hasta ahora es miel sobre hojuelas, es color rosa y es todo lindo, bello y hermoso, hasta que a mi mamá se le ocurrió un domingo salir de paseo al parque, pero como estaba algo retirado de mi actual casa nos fuimos en auto, subimos, le pedí poner mi música y ella gustosa aceptó. Escuchando una de las canciones de mi lista, mi mamá y yo nos distrajimos para buscar una canción que ella quería y cuando nos dimos cuenta el semáforo cambio a rojo, nos detuvimos y cuando volvió a cambiar cruzamos la calle y de la nada un auto salió a toda velocidad y nos chocó, fue tan fuerte el impacto que todos quedamos inconscientes, en el momento en el que pude abrir mis ojos un poco, noté que estaban envolviendo en una bolsa negra a alguien, no alcancé a distinguir quien era y en ese instante cerraron las puertas de la ambulancia y nos llevaron al hospital mas cercano.

Llegamos al hospital, nos trasladaron rápidamente a los cuartos para empezar los procesos de curación, cuando menos lo sentí mi alma se separó de mi cuerpo y observando con cautela y curiosidad lo que me hacían oí que llamaron a mi mamá que aparentemente no había tenido una lesión grave, tan solo hablaba con el conductor del otro auto, que venía sumamente tomado y emborrachado hasta el tope. Mientras negociaban, la enfermera llamó a mi mamá y le dijo que me habían tenido que inducir en un estado de coma y que podría recoger a mi hermana en el cuarto 304 del tercer piso, corrí a ver como estaba y  mirando por la ventana descubrí que era la persona a la que metían en la bolsa negra, mi persona favorita en este mundo no había podido resistir el accidente y en ese momento mi corazón se rompió en mil pedazos tan minúsculos que no se reconstruiría tan fácil mi corazón. Durante el tiempo que pensé la muerte de mi hermana, pensaba en los momentos que compartimos juntos y no me alcanzaría la vida para recordar todos y cada uno de ellos pero creí que sería necesario para poder honrar su nombre y que su existencia y los momentos no hayan sido en vano. Durante los días que estuve en coma pasaron muchas personas a verme entre ellas estuvieron algunos amigos de la primaria, una de ellas tomó mi mano la apretó y diciéndome al oído: -Mau, se que de una forma u otra escuchas lo que te digo, por favor aún no te vayas, se con todo mi corazón que aún no es hora y todavía nos falta mucho por hacer- en ese momento apretó mi mano con mayor fuerza y la soltó. Después vino un amigo al cual estimo demasiado y con el cual he convivido por mas de nueve años, se quedó un tiempo en el cuarto, tan solo había llevado hojas que de chicos habíamos hecho a base de juego, tal vez para el resto del mundo solo eran hojas comunes de papel con garabatos pero para él y para mi eran recuerdos de un bonito lugar en un bonito tiempo, los minutos pasaron y llegaron mis amigos de la secundaria, juntos entraron a la sala con flores unas mas coloridas que otras para que cuando despertara viera los colores que tenía para mi la vida, una de ellas me dijo al oído: -Maury, se que la muerte de tu hermana te va a afectar cuando despiertes, pero miles de personas mueren al día y tu hermana no morirá si no la olvidas, estoy completamente segura que no la vas a olvidar, pasaron muchas cosas de las cuales olvidar no es una opción, recuerda que cuentas conmigo para lo que sea-. Me tomó de la mano, la apretó con fuerza y la soltó, salieron del cuarto y mi alma quieta sobre la cama observaba con un dolor en el pecho de aparentemente no poder hacer nada. Entraron al cuarto mis amigos de karate con flores y todas mis cintas y reconocimientos que había ganado, todos repitieron juntos el saludo tradicional de karate y una frase que decía: -Toda la fuerza esta en mi y la fuerza soy yo-. Casi al final entraron mis amigos de la preparatoria, quienes en muy poco tiempo se han vuelto personas esenciales en mi vida y sin las cuales la escuela no sería lo mismo, todos llevaron flores de color oscuro para que cuando despertara viera que las personas que me aman habían estado para mi en ese momento que influía si vivía o moría. Por último entró Santy al cuarto, tomó mi mano, le dio un beso, fría, sin vida y suelta como si estuviera tocando a la muerte en persona, la puso contra su pecho y dijo: -Mau, este en mi corazón, a partir de este momento y en adelante lo haré latir por los dos, se que la vida nos ha destinado caminos en los cuales no estaré físicamente contigo todo el tiempo pero lo que se con certeza es que aún no es hora de que de mi vida te aparten, nos queda mucho por hacer y mucho más por vivir, solo te pido por favor que no te vayas, quiero que por lo menos estés conmigo un tiempo mas para poder conocernos mejor y saber más cosas uno del otro. Mau eres de las personas que mas amo en este mundo y en mi vida las personas que amo normalmente tienden a irse de mi vida sin avisar, espero y creo plenamente en que tú harás la excepción a esa maldición que tengo, te amo y espero que eso baste para que te de fuerzas y en un momento abras tus ojos y puedas ver todo lo que muchas personas han traído con amor para ti, lo que muchas personas han dicho y hecho en esta habitación es realmente mágico y especial pero lo vale porque lo hacen por ti, tan solo espero que su esfuerzo no sea en vano, te quiero decir que jamás estarás solo en especial ahora que tu hermana ya no esta. Te amo mi Mau, despierta ya por favor.- Tan solo se despidió dándome un suave y tibio beso en la boca, a las pocas horas decidí tomar fuerza de aquel beso, aquellos momentos con mi hermana que tenían que ser recordados, todas las palabras y todo lo que han hecho por mi para intentar abrir los ojos, intenté e intenté y pensé que la tercera era la vencida y lo intenté y del esfuerzo grité, grité con tanta fuerza y emoción que logré abrir los ojos.

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⏰ Última actualización: Feb 21, 2016 ⏰

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Esperando un amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora