*ÁNGEL DE MI GUARDA... MI DULCE COMPAÑÍA*

CAPÍTULO XIV

Capítulo 14:
"Entre el cielo y el infierno"

*Narra ERICK*

Estaba estacionado justo enfrente de la casa de mi amado niño, el domingo había pasado tan rápido, solo me había levantado a medio día para comer algo y por la noche para saludar a mi madre. Como siempre impulsivo, casi había sacado a rastras a todos de sus casas, ya no podía esperar más para verlo. Como nadie salía de su casa luego de estar tocando la bocina, By envió mensajes, los cuales no tuvieron respuesta, Diego fue a tocar a la puerta, luego regreso y dijo:

-Parece que no hay nadie, seguro ya estará en el instituto como la otra vez-

Esta vez rompí récord de tiempo para llegar al instituto. Yo me reí y les dije a todos... -este niño hoy si recibirá un castigo-

Todos reíamos, creo que ni estacione bien el jeep frente al instituto. Un pequeño dolor se alojó en mi corazón cuando escuche reflexionar a By mientras hacia un puchero y entrelazaba sus brazos al frente...

-Mal amigo Ángel-kun, no respondió a ninguno de mis mensajes que le envié desde antier... !castígalo Erick, yo te ayudo!-

Sonreí pero mi corazón estaba a punto de detenerse, tampoco a mí me había respondido, imagine que había venido muy cansado del viaje y había aprovechado estos días para descansar.

Caminamos por los pasillos hasta llegar a la cafetería en donde el director nos daría la bienvenida al segundo semestre, no lo veía, me estaba desesperando ya. Así que les dije que pronto volvería y me fui en busca de él, fui a su antiguo salón, al graderío en las canchas de fútbol, a los casilleros, hasta fui al baño en el que lo había visto iluminado por los rayos del sol aquel día. "Mi Ángel" no aparecía.

Volví a la cafetería, tal vez el ya estaría allí y al verme entrar por esas puertas, sus bellos ojos verdes y su sonrisa harían que mi vida brillara como siempre.

Ingrese y mis amigos me veían extrañados, la sonrisa tímida y anhelante que en mi rostro llevaba pintada ahora desaparecía y un halo de preocupación la reemplazaba.. "Mi Ángel no aparecía"

Después de unos minutos vi como los "rinos" hacían su aparición y de tercero lo vi llegar, él venia del brazo de Damián, le sonreía de una forma sensual, contoneaba las caderas de una forma coqueta, en sus ojos verdes profundos ilusionados solo había cabida para Damian, nadie más existía para él en ese momento. Damian a su vez lo veía, sus ojos lo contemplaban con mucha ternura y amor. Hasta el día de hoy pude entender realmente a lo que se referían cuando te dicen "y la verdad lo abofeteó" Ja, ja, ja, ja.... esa maldita se había empecinado conmigo, se había subido en el auto más veloz del planeta y me había arrollado a máxima velocidad.

-Ja, ja, ja, ja...- Empecé a reírme como un loco, la risa la provocaba la mezcla de lo que estaba sintiendo en este momento... ¡ira! ¡rabia! ¡dolor! ¡decepción! ¡deseo de matar en ese preciso momento a alguien! Pero... ¿a quién?

Cualquiera que me viera diría que había perdido la cabeza. ¡JA! Yo no perdí la cabeza, perdí mi corazón, ese maldito se había detenido hace unos minutos y no quería reaccionar.

Llevé la punta de mis dedos a mi rostro, sentí mis facciones contraídas y lágrimas recorrer por mis mejillas. En ese preciso momento reconocí en mí, el rostro que mi amado Ángel tenía esa noche. Ni siquiera tenía que verme en un espejo, sabía que me veía como lo vi a él. Aun así todo era confuso, tenía que hablar, tenía que existir una explicación, necesitaba aclarar las cosas. Él había dicho que todo se aclararía este día, que todo estaría bien. Nooo, nada estaba bien. No estaba nada claro. Era un puto infierno al que me estaba enviando.... ¿por qué?.

Comencé a caminar hacia los dos, Damian se puso delante de él para protegerlo, yo jamás le haría daño, solo quería hablar.

Llegue frente a Damian, podía ver el miedo que yo provocaba en el que estaba protegido a su espalda y le dije: -solo hablare contigo-

Damian levanto sus manos para contenerme, pero de detrás de mí salió Franco y tackleo a Dam. Al verlo sin la protección de mi ex-amigo, lo sujeté de la mano y comencé a arrastrarlo fuera de la cafetería por el pasillo, él me suplicaba que lo soltara, su llanto era evidente a estas alturas, solo me detuve un momento y pude ver el miedo en sus ojos, yo para tranquilizarlo le dije...
-solo quiero hablar contigo un momento-

Como muestra de buena voluntad afloje mi agarre, él aprovecho, se soltó y corrió por el pasillo hasta entrar en un aula en donde se encerró bajo llave. Yo llegue enfrente, ya no soportaba más el dolor que sentía, coloque mi espalda contra la puerta y me deje caer, mis lágrimas no habían parado. Él desde dentro del salón me gritaba ahogado en un mar de llanto
-!Por favor, déjame, quiero estar con Damian, deja que él venga por mí!-

Yo como aquella noche mi Ángel lo había hecho, solo grité: -¿POR QUÉ?-

Aun con lágrimas en mi rostro observé al fondo del pasillo, Damian se dirigía a mí con furia, bufando, parecía un toro que se abalanzaba sobre el torero, Franco y mis amigos lo detenían y se lo llevaban a la fuerza, casi a rastras.

Maldito deja vu, esto ya lo habíamos vivido, solo que ahora cada quien jugaba un papel distinto, yo sintiendo lo que mi Ángel había vivido esa noche. Damian como una fiera tratando de proteger a quien yo le había arrebatado, tal y como yo trataba de proteger al Ángel en aquel baño el primer día que lo ví.

Doc volteó a verme, mientras contenía a Damian y para que lo pudiera escuchar claramente elevó su voz:

-Solo recuerda lo que sientes, lo que él significa para ti. Acláralo todo. Estaremos aquí-

Yo fije mi mirada en Dam y entre el llanto y la rabia que en ese momento invadía mi ser le grite: -¿POR QUE NO DIJISTE NADA DAMIAN? NOS HABRÍAMOS AHORRADO TODA ESTA MIERDA SI TAN SOLO HUBIERAS HABLADO DESDE UN PRINCIPIO-

Ahora fije mi vista en Franco y le dije -!Suelta a Damian, él tiene que estar aquí!-.

Yo me incorpore y comencé a tocar la puerta que antes servía de apoyo a mi espalda... mientras suplicaba:

-¡Por favor solo necesito hablar!. Te prometo que después Damian se quedará junto a ti y yo desapareceré-.

Yo seguía insistiendo y tocando la puerta, cuando esta se abrió y me dejó ver esos ojos verdes profundos..... ....