Capítulo 2

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AVISO: Puede contener faltas de ortografía

Capítulo dedicado a nogoodfor

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Me desperté gracias a los lametazos que me daba Lily y con pereza fui hacia la cocina.

— Buenos días, hija — me dijo mi padre con una sonrisa. Abrí los ojos sorprendida.

— Papá — chillé de emoción y corrí hacia él. Le di un gran abrazo y él beso mi frente — ¿Cómo te ha ido por Italia? — pregunté curiosa.

— Bien— dijo simplemente. — A parte qué Italia es hermosa. — con una sonrisa.

Mi padre trabajaba en una empresa de negocios, su trabajo era buscar clientes por el mundo, lo cual ocasionaba que viajara mucho.

— ¿Me has traído regalos? — pregunté cuál niña pequeña.

— Puede. Pero después de que vayas a pasear a Lily, nuestra nueva inquilina— me respondió levantando una ceja. Lo miré con los ojos como platos.

— Eh, si eso. ¿Mamá ya te lo ha dicho? — pregunté mirando atentamente a mi padre.

— Por suerte para ti sí, venga va coge la correa y ve, que la perra ya te está esperando en la puerta — me dijo con una sonrisa.

Cuando fui hacia la puerta principal vi a Lily esperando al lado de la correa.

— ¡Pero que lista que eres!— le chillé con voz aguda como a los bebes— Ven que te pondré la correa.

Le coloqué el collar y solté una carcajada al ver que le iba cómo dos o tres veces más grande. Cuando ya estuvo atada y lista, cogí papel por si hacia sus necesidades, y salí con ella de casa.

Me pasee con ella por un caminito muy bonito y fui directa hacia un parque que había cerca. Allí me divertí tirándole el palo y que ella me lo trajese, aunque casi siempre se lo quedaba ella para morderlo y destrozarlo.

Cuando ya llevábamos rato allí decidí volver a casa por dos simples razones: Uno, tenía que hacer los deberes y estudiar; y dos, tenía hambre. Así que até otra vez a Lily y empecé a caminar de vuelta a casa. Esta vez, decidí hacer una pequeña parada a una panadería y me compré un donut. Para poder comérmelo con más tranquilidad me senté en un banco y mientras con una mano le iba tirando el palo a Lily, con la otra aguantaba el donut.

— ¿Está bueno, el donut? — escuché decir a alguien.

— Sí much- — me quedé muda al girarme y ver quién me había preguntado eso — Oh, hola Alex.

— Buenos días — dijo con una gran sonrisa — Veo que no estas enferma.

— Nope, y por lo que veo tu tampoco — le respondí devolviéndole la sonrisa.

— Enfermo no, pero resfriado bastante a decir verdad — explicó mientras cogía un kleenex de su bolsillo y se sonaba los mocos.

— Lo siento, es culpa mía que estés resfriado — me disculpé bajando la cabeza.

— Oh, no tranquila, no ha sido tu culpa, fue la del coche que nos mojó con el charco — me intentó defender Alex inútilmente.

— ¡No le metas la culpa a un desconocido!, además yo fui la que te obligué a salir a fuera cuando estaba lloviendo.

— Haber, obligar, obligar, no, lo único que no quería dejarte sola y que te resfriases sola. Aunque a ti se te ve la mar de bien —. Me miró de arriba abajo.

— ¿Eso es un cumplido? — interrogué alzando las cejas.

— Se supone que sí, aunque creo que no me ha salido demasiado bien — respondió rascándose la nuca símbolo de que estaba nervioso.

— ¿Estas nervioso? — pregunté con una sonrisa.

— Eh, no, es que me ha picado un mosquito esta noche.

— ¿Desde cuándo hay mosquitos en otoño, no se supone que solo están en verano? — interrogué levantando una ceja.

— ¡Alex, Alex! — chilló una niña que se acercaba a Alex corriendo — ¿Me compras un donut? ¡porfi, porfi! — chillaba la niña con su voz aguda.

— Ahora pero espera un momento Judit — le dijo Alex a la niña pequeña. —Emma, te presento a mi hermana pequeña Judit, tiene 6 años. Judit saluda.

— Hola — dijo la niña pequeña.

Eran bastante parecidos aunque ella tenía los ojos chocolate y el pelo caoba, pero tenía el rostro de Alex pero más aniñado y femenino.

— Hola — le respondí con una pequeña sonrisa.

— Nosotros tenemos que irnos Emma, nos vemos el lunes — se despidió Alex.

— Adiós Emma — dijo la niña pequeña con una sonrisa tan grande que le ocupaba media cara.

— Adiós —les dije a los dos.

Me giré y fui a buscar a Lily, que estaba en medio del césped mordiendo un palo, o al menos el que quedaba de él.

— Vamos Lily, volvamos a casa — le dije mientras la ataba.


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⏰ Última actualización: Feb 20, 2016 ⏰

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