Piano Lessons (Miley Cyrus & Harry Styles) ➳ Hiley

Capítulo 1.

  — ¡Miley! — Grita mi madre bajando las escaleras.

— ¿¡Qué!? — Le grité de nuevo.

— Es hora de irnos, agarra tu bolso de música — Escuché que decía. Solté un gruñido, mientras agarraba de mala gana mi bolso de partituras de piano con las que he estado practicando. Estoy estudiando hace ya cinco años, tocando difíciles piezas clásicas. Aunque lo despreciara, encontré divertido tener la posibilidad de tocar un instrumento. Bajé las escaleras, encontrándome a mi madre hablando en el teléfono.

  — De acuerdo, muchísimas gracias — Cuelga. 

  — ¿Quién era? — Pregunté. 

  — De la escuela de música, — suspiró—  tienes un nuevo profesor.

— ¿Otra vez? — Gemí.

— Sí, su nombre es Sr. Styles. — Me responde. Cada año el profesor que tenga, renuncia o se retira. Así que me asignan uno nuevo cada vez, a veces dos. Es realmente molesto, pero a veces los profesores son guays y me convierto en amiga de ellos. Esperemos que sea de esa manera. Entré al auto con mi madre y manejó fuera, me di cuenta de que no estábamos yendo por el mismo camino de siempre.

  — Mamá, este no es el camino hacia la escuela de música — Le dije.

— Lo sé. — Responde simplemente. No quiero molestar preguntando por qué, porque es realmente obvio. Estamos yendo a su casa ahora. Suspiré de mala gana en mi asiento, molesta de tener que ir a piano. Mi mamá manejó una larga distancia hasta una hermosa casa, la observé antes de que ella rompiera el silencio.

  — Buena suerte, envíame un mensaje cuando tenga que venir a recogerte. — Sonríe. Asentí y cerré la puerta de un golpe caminando hacia la casa. Toqué el timbre una vez, antes de que se abriera ampliamente, relevando a un hombre alto.

  — Hola. Sr. Styles. — Sonreí educadamente.

— Hola, tu debes ser Miley. — Me sonrió mostrando sus hoyuelos.

  — Sip, — Respondí antes de que me dejara entrar. Veo enseguida el dino negro piano que se encontraba a la mitad de un gran salón. Debió haber costado una fortuna semejante piano. Lo escuché caminar detrás mío.

  — Es una belleza, ¿eh? — Me sonrió.

  — Si, — Pronuncié despacio.

— Puedes dejar tus cosas sobre el sofá, volveré en un segundo. — Dice antes de retirarse del amplio salón. Coloqué mi bolso sobre el sofá antes de agarrar mis partituras y sacarlas fuera. Acomodé la silla antes de sentarme correctamente. Lo vi entrando con una cerveza en sus manos. Lo miré confusa mientras el sacaba una silla y se recostaba perezosamente tomando sorbos de cervezas. 

  — De acuerdo, muéstrame lo que puedes hacer. — Dice, indicándome que toque la pieza en la que he estado trabajando con mi antiguo profesor. Suspiré elevando mis manos antes de empezar a tocar. Bloqueé todo fuera y dejé que mis dedos se deslizaran por las teclas negras y blancas. Luego de terminar, coloqué mis manos de nuevo en mi regazo. Hubo un pequeño momento de silencio antes de que escuchara aplausos. Me volteé para mirarlo, había colocado la cerveza entre sus piernas mientras aplaudía. Por mí. Me sonrojé y miré hacia abajo.