Saturno

Efímero

Lo observas desde lejos, llegas a ese punto en el que tu mente te dice basta pero no puedes más, tu alrededor gira, y eres consiente de eso.
Los ruidos se intensifican, las voces llamándote diciendo que pares, exigen tu atención, pero la ansiedad te consume y las lágrimas salen descontroladas, porque en esa habitación no hay un maldito lugar al que pertenezcas.
Sientes ese vacío recorrerte de pies a cabeza, tu cabeza trata de hacerte creer que sólo es un mal día, que terminará pronto, que las ojeras no significan nada más que sueño. Pero tu y yo sabemos que no es así. No es sólo un día, son todos los días.
Y la realidad te pega, tus sueños son sólo eso.
¿Qué haré ahora? ¿Adónde mierda voy?.
Recuerdas a ese chico que conociste en el parque, sus ojos negros insistiendo que la vida es el momento, que el pasado y el futuro no son nada. Recuerdas los lugares junto a él y los lugares después de él, es una completa falacia. Avivas sus brazos acercándote a su monotonía, estas totalmente perdida.
Entonces llega ella, te dice que las cosas mejorarán, que seas fuerte joder, la vida no se acaba en alguien. Pero ella qué sabe.

Tus pies tiemblan entre el frío piso, tus manos se alzan entre el aire.
Es todo, han llegado por ti.