CAPITULO SEIS

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Me levanto debido a un brusco movimiento en mi cama. Y según abro los ojos me encuentro, ni mas ni menos, de a Lora saltando en mi cama. No me lo podía creer. Me vestía y en cinco minutos me iba a llevar a esta pobre loca psicópata a un psiquiatra urgentemente. ¿Que clase de persona se levanta a las...? Miro el reloj de mi móvil. ¡Oh Dios mio! Las nueve de la mañana, y en vacaciones.

Que gente mas extraña los ingleses.

-Lora, amor mío, ¿SE PUEDE SABER QUE NARICES HACER LEVANTÁNDOME A LAS NUEVE DE LA MAÑANA UN SÁBADO? ¿Y EN VACACIONES?- puede que mi tono de voz de hubiese elevando por encima de lo que debería, pero es que eso no podía ser. Madrugar, como odio esa palabra. Cuanto más, realizar esa acción.

-Lo siento. Pero es que estaba muy emocionada. Mis padres se van, ¡tenemos la casa sola para nosotras! Bueno, también tenemos que cuidar de Laura y Paul. -dice restándole importancia al asunto

-¿Como? ¿Que tenemos que cuidar a Paul? Que... ¿Cuantos años tiene?¿dieciocho?- respondo fuera de mi asombro.

-Así es. Es como un niño de dos años. Así de irresponsable. Es mejor no dejarle la casa sola. ¡Es capaz de hacer hasta una fiesta!- grita como si fuese algo de locos.

-Veo que Paul es de los míos.- susurro casi imperceptiblemente.

-¿Has dicho algo?- casi que querría que lo hubiese oído, a si que se lo repito.

-Que el es de los míos. ¿Que piensas hacer si no están tus padres en casa? ¿Limpiar el baño? ¿La cocina? O pero, ¿la piscina? - acto seguido empiezo a reír

-Vaya... Yo pensaba que...- casi se la veía un pelin decepcionada

-Creo que no soy muy buena influencia para ti. Pero como me amas tanto que no puedes estar más de un minuto separada de mi... me uniré a ti por esta vez- acto seguido, la guiñe un ojo y comenzamos a reir ya que había recalcado, quizás demasiado, lo de sólo por esta vez.

Sin embargo me quede pensando, en las malas caras que me había puesto Paul en el taxi. En verdad no éramos tan diferentes, al menos... Los dos éramos fiesteros.

Bajamos las escaleras y al ir a desayunar me tope con... Espera, espera, ¿leche de soja? ¿Yogur 0%? ¿Galletas y pan integral? ¡ESTO, EN, MI, CASA, NO, PASABA!

Vuelvo a subir corriendo las escaleras y bajo con provisiones de mi cajón de Doraemon.

-Chicos, hoy cocino yo, os voy a preparar el desayuno más delicioso que hayáis probado en la vida.- digo con una rebosante sonrisa, que se borra, segundos después, por el comentario de Paul.

-A si que la españolita viene con aires de superioridad- y resopla.

No me lo puedo creer. ¿Que le he hecho yo?

-Primero, no soy la españolita, soy Maia, encantada y segundo, no te he hecho nada para que me mirases con esa cara de asco ayer, y me hables así hoy. Nada en absoluto.- ese chico me empezaba a tocar los pies.

-Primero, quiero dejarte claro que no eres de la familia, segundo, que los ingleses no nos tenemos que hacer a tus costumbres, si no tu a las nuestras- responde con un intento de imitarme

En ese momento, me giro y le lanzo una galleta a la cabeza.

-Come y calla. Que calladito estas mas guapo.- ahora si que me había enfadado.

-Uaaau, la españolita tiene carácter- y después de asegurarse de que ninguno de sus dos hermanos miraba, me guiñó un ojo- me gusta

¿Pero este tío de que va? Estaba muy confundida, no se parecía en nada a mi. Una vez que le declaraba la guerra a alguien, no paraba. Y en ese exacto momento, comenzó una nueva guerra. No sabia en donde se había metido. Primero me trata súper mal, y ahora, me guiña un ojo. Este mundo es de locos.

-Oh Patch, ven y pon orden en este estúpido mundo- enuncio mirando al cielo.

-¿Quien es Patch? - me cuestiona él

-En este estúpido mundo lleno de mundanos- rectifico

-¿Mundanos? ¿Pero en que idioma hablas? Estas loca, definitivamente.

Veo como me mira Lora y eso significa... Ajam, ¡una amiga lectora por primera vez!

En ese momento empiezo a hacer un baile de la victoria, hasta que me doy cuenta, por la cara que han puesto los tres hermanos, que me lo debería haber guardado para luego. Cuando estuviera sola. Pero poco a poco, se fueron levantando los tres y se unieron a mi.

-Venga, mi ejercito de aurores. Seguid los pasos de vuestra ama.- y seguimos haciendo el tonto por un rato.

Hasta que puse fin a nuestro baile improvisado, y les hice el desayuno. A lo que Paul no dejo ni una miga.

-Mira por donde, tenia razón, y al inglesito le iba a encantar mi comida- le digo presumiendo

-Españolita, españolita...- dice y me sonríe- ¿cuando me vas a enseñar a hacer estas deliciosas tortitas?

-Una gran chef nunca revela sus secretos- y le guiño un ojo, obviamente, burlándome de él

-Lastima, que ya tenga la receta, toma. - cojo el papel y subo a mi habitación.

Mientras subo por las escaleras agrego algo a voces.

-¡CUANDO LA REVISE TE LA PASO! SEGURO QUE NO TIENES NI UN INGREDIENTE BIEN!

-LASTIMA QUE YO PIENSE QUE NO, Y QUE TENGO RAZÓN- dice gritando también.

Al llegar a mi habitación, abro aquella extraña nota. Pero al ir a abrirla, se me cae al suelo. Y, acto seguido, me llama mi mejor amiga.

Respondo sin dudarlo. Le cuento todo, como llevo estos días, como es mi nueva amiga, mi nueva familia, incluido ese chico tan guapo que duerme en la habitación de al lado. Por un momento casi se me olvida decirla que le odio, pero lo recuerdo en el último momento, y lo agrego a mi penúltima frase. Ya que después, me despedí con un breve, adiós, te quiero.

Ahora si, me agache para recoger el papelito, y al abrirlo, no me podía creer lo que veían mis ojos.

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¿Que verían sus ojos?😏

Ay por favor que intriga😂😂 Lastima que yo ya lo sepa😚

Votad y comentad, si no sois mundanos.

Y si lo eres, mandare a mi ejercito de mutos, a Jeannine y a Snow, entre otros, a por ti, Marcie Millar.

Vale, con lo último me he pasado. Lo siento. Lloro fuertemente😭 No quería herir vuestros sentimientos😖

Besiitos a todos, que tengáis buena semana💕


I don't speak EnglishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora