Capítulo 1

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A la mañana siguiente

-Vamos Camila, vas a llegar tarde a tu primer día.- Dice la madre desarropandole a su hija.

Camila frunce el ceño y cuando nota que su madre se ha ido de la habitación se incorpora y ve el reloj, ¡Las ocho! ¡Y tiene que estar a la y media en clase!

Se levanta acalorada y se da una ducha, se viste y se peina, prepara la mochila y se la coloca en el hombro, luego baja a la cocina y coje una banana y se la va comiendo por el camino.

Cuando llega a la puerta del instituto, se para enfrente de la puerta y suspira antes de entrar, pasea por los pasillos y saca el papel con el número y la clave de su taquilla, llega hasta ella y la abre.

Hay muchos jóvenes por los pasillos, hablando, dándose abrazos... Ella va a lo suyo, procurando no chocarse con nadie.

Deja algunos libros en la taquilla y justo cuando cierra la puerta, se da media vuelta y se cocha con un chico.

- L-Lo siento.- Se apresura a decir casi sin mirarle a los ojos

- No pasa nada.- el chico sonríe y le extiende la mano.- Soy Shaw, encantado.

Camiañosonríe y le estrecha la mano, pensaba que se metería en problemas, pero el chico parece amable.

- Soy Camila, encantada. Tengo que irme o llegaré tarde.

Sale corriendo sin decir nada más a su clase, ya no hay nadie por los pasillos y acaba de tocar el timbre que indica el comienzo de las clases.

Después de andar buscando cuál era su clase por los pasillos, al fin la encuentra. Se aclara la voz antes de llamar, ya están todos sentados, y la profesora y está presentando la asignatura de ciencias.

La mujer da paso a que entre y esta abre la puerta apresuradamente.

- Llega tarde señorita.

-Lo siento, no sabía dónde estaba el aula.- Traga saliva.

-Siéntese en la mesa que queda.- Asiente y ordena a Camila sin regalarle ni una pésima sonrisa.

Camila siente que todos los ojos se dirigen a ella y oye a algunas chicas cuchillear con risitas tontas, se siente colorada y humillada, finalmente se sienta en el último pupitre de la última fila, al lado de una chica de pelo moreno y largo que le mira sonriendo.

- A Doña Pepsis no le gusta que sus alumnos lleguen tarde.- Le dice la joven a Camila después de que esta ya se haya incorporado.

Camila asiente a su nueva compañera totalmente de acuerdo.

- ¿Eres nueva, verdad?- Dice susurrando.

Ella asiente justo en el momento que la profesora les llama la atención.

La clase prosigue con Doña Pepsis explicando la materia que darán este año. Y lo mismo en las siguientes dos clases.

Camila recoge los libros y se levanta la silla y se dirige al pasillo para ir al descanso.

- Eh tú, la nueva.

Camila abre los ojos y enmarca las ceja, ¿le llaman a ella? Prefiere pensar que no así que sigue caminando por los pasillos.

-Eh! La nueva!- Llaman de nuevo.

Camila decide pararse y mirar hacia atrás, la chica morena que se sienta a su lado va en dirección a ella hasta que se para en frente de Camila.

- No nos han presentado. Soy Lauren.

- Yo soy Camila, encantada.- le ofrece una sonrisa.

- ¿Que tal si vamos al patio, Camila?

- Claro.

Lauren tiene es una chica segura de sí misma y de sus actos. Le dan tres lo que puedan decir o pensar de ella, vive la vida, como quiere.
Es a la chica que todo el mundo conoce y pueden contar con ella, no la típica popular repipi y tonta.
Su actitud dice que no tiene miedo de nada, es fuerte y positiva. La típica que dice la verdad cuando se le pide opinión.
No se mete en líos. Y tampoco quiere pero si a alguna de las personas que le importa es amenazada, da la cara sin pensarlo. Parece hecha de acero.

Pero hay una cosa que sí tiene miedo, algo que nunca a contado a nadie y que intenta ocultad.

Everything changedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora