2. La tierra cuica

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-Cami, Hueón me duele el pecho -le decía sollozando a la Cami. Estaba apoyada en sus rodillas mientras ella me hacía cariño en el pelo.

-Tranquilita, tu siempre vas a ser mi maraca favorita -me contestó.

Nos dimos un abrazo largo.

-Tengo miedo -le susurré al oído.

-¿Porque?

-¡Es Chicureo! ¡Que hueá mas cuica! Me van a molestar por flaite, ademas no voy a estar contigo, tu eri mi mejora. Porque soy tan yeta hueón, que hice para...

En medio de mi discurso de sufrimiento la Cami se tiro el manso peo. Cami culia arruina momentos de amistad.

-Chancha culia -le dije mientras me cagaba de la risa.

-Sorry, Anto. Oye eso si...

-¡Dejaste pasao asquerosa!

-Callate, déjame hablar -me retó -Ya gracias hueón. Yo siempre voy a ser tu amiga, pero no te acordai de esta hueoná la... ¿Berta?

-Chucha, ¡la Belen!

-Si esa hueá, la Belen.

La Belen era mi mejor amiga de la infancia, mucho antes de que yo conociera a la Cami. Me acuerdo que lo pasaba la raja con la Belen, era entera chora la chiquilla, pero un día normal la hueoná se fue. Yo tenia solo 12 años y no podía entender porque se había ido, porque me había dejado sola. Tiempo después mis papás me explicaron toda la hueá que había pasado con la Belen.

La Belen había crecido solo con una mamá, pero un día su mamá falleció en un accidente de transito, dejando a la Belen sola. Entonces fue cuando su papá apareció, se la llevo a Chicureo con él y no supe más de ella. Yo en ese entonces era muy pendeja para entenderlo.

-Igual es super difícil que justo vaya al mismo colegio que ella... -le dije triste.

-Pico hueón, si ni se debe acordar de ti -me puse aún mas triste al escuchar a la maraca de la Cami -Sorry, amigui. Todo va estar bien.

-Ojala, hueón. Igual voy a hacer todo lo posible por no irme.

******

-¡No, por favor, no!

-Callate pendeja de mierda y comete el desayuno -me retó mi mamá.

-Por la chucha mamá, no quiero ir a esa hueá de colegio cuico -Al decirle esto a mi mamá al tiro me arrepentí, porque la vieja tomo una escoba y me empezó a pegar en la raja.

-¡COMO SE TE OCURRE RESPONDERLE ASÍ A TU MADRE! -me gritaba mientras me azotaba con la escoba.

Llevaba una semana viviendo en este barrio terrible cuico, en esta casa terrible cuica y ahora iba a entrar a un colegio terrible cuico, pero yo seguía siendo terrible flaite.

Mientras mi mamá me pegaba escapé de la casa. Llegué corriendo al patio y ahí estaba mi wacha (la Cami), esperándome en su bici.

Todo esto lo habíamos planeado con la Cami. Me niego a separarme de mi wacha.

-¡Dale, hueoná! -le dije a la Cami mientras me subía a la parte de atrás de la bici.

La Cami empezó a pedalear muy rápido y mi mamá nos iba persiguiendo, le habíamos sacado caleta de ventaja.

-¡ANTONIA, VEN PARA ACA! -me gritó la patrona.

Puta la hueáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora