3. ¡La Belén conchetumare!

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Mierda.

Yo conozco esa voz, pero no me acuerdo de quien chucha era.

Vamos Anto piensa, tú puedes ocupa las pocas neuronas que te quedan. Por culpa de mi mamá que me pega en la cabeza con la chancla.

Esa voz...

-¡La Belén! - Grité y todos me quedaron mirando- Discúlpeme Profe - dije haciendo la voz más pituca que pude.

-¿Oe que pasó conmigo? - preguntó la hueona que había llegado atrasada con un tono de washa de la pobla.

Me paré y fui donde la Belén, me importo un pico que estuviéramos en clases.

-¿Belén eri tú? -Le pregunté a la washa que me miraba con una cara de impakto, pa mí que la asuste. ¿Porque me hiciste tan flaite diosito?

-Si, y quién eres tú? - me preguntó volviendo a su tono entero cuico.

-No te acordai de mi? - Le pregunté y ella negó.

La Cami tenía razón, hueón.

-Antonia vaya a sentarse por favor, y señorita Belén a buscar pase.

ah vieja culia.

Me fui a sentar y espere que la mierda de clases se terminara pa poder ir al baño.

En el recreo me voy a encerrar en el baño a cortarme las venas y escuchar jelou de Adele.

Puta, me da pena que la Belén no me recuerde. Ahora voy a tener que soportar tanto cuico sola.

De repente gritan y me da un taldo.

-¡Anto! ¡Oh hueón si me acuerdo de ti! Sorry soy una mierda de persona, porfa perdóname - me gritó tan rapido que se escuchó como antojsjshsjsjd, pero la hueá importante es que la Anto se acuerda de mí hueón. Soy feliz, la gordis se acuerda de mí.

Giro mi beia cabeza con un movimiento brusco haciendo que mi pelo se mueva (ah, la vieron digna de comercial de sedal) corro a la salida del baño para darle un abrazo, pero como somos tan yetas chocamos y saltamos a la chucha.

Unos hueónes se rieron de nosotras.

-Cállense hueónes -les dije, pero como tengo una conexión celestial con la Belén lo dijimos mismo al mismo tiempo.

-Ahh la hueá mística -me dijo la Belén sacando su lado bellako.

Pasamos el recreo juntas.

Después entramos a la siguiente clase y le cagamos toda la clase al profesor, pero me importa un pico me encontré con mi maraca.

Sonó el timbre y salimos a conversar.

-Oh loco no pensé en encontrarme contigo - le dije limpiando una lagrima de mentira de mi mejilla.

-Yo tampoco Antonta te extrañe caleta- dijo con los ojos brillantes.

-¿Aquí son muy cuicos?

- No son cuicos, son todos de la pobla en el fondo de su millonario corazón - dijo y me cague de la risa.

-¿En serio, hueóna? -le pregunté riendo.

-No, sorry. Son todos unos cuicos de mierda.

-¿Son pesados o que? -le pregunté indignada.

-Osea hay de todo. Hay hueónes terrible telas, pero hay tipas que son enteras cuicas y superficiales. Onda hay hueónes que son como tu cachai po...

-No se po, hueón.

Puta la hueáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora