Mientras Hiyori observaba como la silueta de Yato se iba perdiendo poco a poco en la oscuridad de repente tuvo una sensación de no querer alejarse de este, sentía temor de estar sola, quería seguir intercambiando palabras con alguien más, aun cuando la mayoría de estas no tenían sentido para ella, la marcha del joven y el silencio del lugar fueron interrumpidos por la débil voz de la chica.
¡Joven! – grito de repente Hiyori. - ¿Puedes ayudarme con algo? – aquello hizo detener a Yato, sentía como si alguien mayor que él lo hubiese llamado, lo cual lo hizo irritar más de lo normal.
Oye... ¿A quién crees que le llamas joven? – dijo Yato con paso apresurado y tomando del cuello a la chica bruscamente con una expresión de molestia.
Lo siento... No fue mi intención molestarte, pero realmente necesito tu ayuda en estos momentos. – continuo diciendo Hiyori ignorando nuevamente la posición en la que se encontraba frente a Yato.
Allí lo estás haciendo de nuevo, torpemente actúas inocente y eso me hace irritar. – dijo Yato perdiendo la calma que tenía con anterioridad.
Quiero saber... ¿Qué significa sobrevivir, muerte y a salvo? - respondió la chica con la duda invadiendo sus ojos, mientras observaba fijamente los ojos azules de aquel chico molesto.
¿Puedes por un momento entender tu maldita posición? No me preguntes nada, no soy tu niñera que te ayudara a solucionar todas tus dudas, si no entiendes algo búscalo y apréndelo por tu cuenta no es mi problema el ayudarte, no te confundas por la acción anterior, solo quise salvar tu miserable existencia por un breve momento... Pero si sigues insistiendo tanto, en desaparecer de este mundo, no me contendré y te asesinaré. – dijo el chico con una fría voz.
¿Qué es asesinar o existir? – pregunto nuevamente la chica, pero agregando más palabras al listado.
Maldición... Hablar contigo es tanto como hablar con estas paredes que rodean la cueva, no puedes sacar nada de ello... Solo por ahora te perdonaré la vida, das tanta pena que ni siquiera ganas de matarte me quedan. – termino diciendo el chico mientras dejaba caer a la chica sobre el suelo y retomaba su camino.
¡Por favor, ayúdame! Lo necesito realmente. – grito la chica luciendo esta vez un poco perturbada y con lágrimas en sus ojos mientras mantenía su cara mirando hacia el suelo, sosteniendo rápidamente parte de la pierna de Yato.
Rayos... Lloras por semejantes cosas insignificante y ni siquiera por el frio que rodea tu desnudo cuerpo, si no quieres que se aprovechen de ti, procura colocarte esto o resaltaras considerablemente frente a los demás. – dijo Yato quitándose su Yukata principal de color negro y quedándose solo con una blanca que llevaba por debajo, dándole la otra a la chica, mientras extendía su brazo, manteniendo su Yokata en la mano. – Tómala rápido no estaré aquí todo el día.
¿Por qué debo usar esto? Me siento bien con mi cuerpo. – replico la chica sin entender el punto del chico, haciendo enfadar a Yato.
Pero yo no me siento bien, viéndote en ese estado así que deja de decir tantas tonterías por segundo y usa esto, si deseas tanto venir conmigo. – dijo el chico con el ceño fruncido y perdiendo la paciencia.
Eso... ¿Eso quiere decir que me ayudaras? - pregunto la chica con una sonrisa y su mirada llena de esperanza, tomando rápidamente la prenda que le brindaba él.
No te ilusiones, si llegas a estorbarme lo suficiente te dejaré atrás o en su defecto te asesinaré... Así que en serio detente, ya has logrado fastidiarme gran parte de mi día. – dijo el chico colocando sus delgados dedos sobre su cien y dándole unas suaves caricias como si intentara calmarse a si mismo, mientras soltaba la Yukata de color negro.
Por otra parte, la chica se colocó de pie e intento colocarse la Yukata, pero realmente desconocía como usarla, por lo que Yato al ver esto se rindió frente a la molestia que ella le causaba con un suspiro y con movimientos suaves empezó acomodarle la Yukata sobre el cuerpo de la chica, replicándose por qué se tomaba la molestia, cuando podía deshacerse de ella en ese preciso momento.
Realmente sabes cómo molestar a los demás... - continuaba diciendo mientras terminaba de acomodarle la Yukata a Hiyori. – Con esto debe ser suficiente, ahora la usas correctamente.
Aquella acción hizo que Hiyori sintiera la necesidad de expresar algo bueno hacia aquel chico, sin embargo no sabía cómo hacerlo, no sabía cómo comunicarse del todo, por lo que frente a su frustración se abalanzo hacia Yato sosteniéndolo fuertemente con un abrazo.
¿Qué... Qué haces? – dijo el chico un poco incomodo apartándola de inmediato.
No lo sé, solo sentí la necesidad de hacerlo. – respondió la chica con una mirada un poco confundida y triste.
Pues no lo hagas... Es molesto para mí. – continuo diciendo el chico mientras la observaba retadoramente, ocultando sus nervios.
Es solo que has hecho cosas buenas por mí... Por el momento solo sé que significan los terminos bueno y malo, pero desconozco muchas palabras, no sé cómo decirte que me siento de buena forma por lo que has hecho. – continuo diciendo la chica mientras observaba las largas mangas de la Yukata que cubría sus brazos.
Gracias... - dijo Yato con un tono de voz bajo. – Con un gracias es suficiente.
¿Es esa la palabra que debo usar para hacerte saber lo que siento ahora? - pregunto Hiyori completamente emocionada por la nueva palabra que había acabado de escuchar.
Dices gracias cuando te sientes feliz y satisfecho por lo que otros han hecho por ti. – dijo repentinamente Yato con una mirada perdida, intentando ocultar su incomodidad por tener aquella conversación. – Es por eso que el término correcto que debes usar es ese, solo estas agradecida.
¡Ya veo! En ese caso muchas gracias, estoy muy agradecida por lo que has hecho por mí. – dijo la chica de repente con una expresión de emoción, como si fuese una niña que había aprendido algo nuevo.
Ya es suficiente. – dijo Yato seriamente. - ¿Eso si lo sabes, cierto?
Si, significa que debo detenerme cuando me estés diciendo algo. – respondió Hiyori inocentemente.
Perfecto, al menos te has ganado un día con vida o dos como mucho, debes apresurarte a aprender o los demás te harán trizas, otro punto para estar agradecida conmigo, aun no lo he hecho. No te hago trizas. – dijo sarcásticamente Yato acercando su rostro un poco al de la chica y dejándola con sus ojos abiertos de par en par, mientras este le sonreía maliciosamente.
En ese caso gracias por no hacerme trizas. – dijo la chica alegremente, mientras causaba una expresión de sorpresa en la cara de Yato por dar una reacción contraria a la que debería. – Quisiera... - empezó a dudar la chica. – Quisiera saber tu nombre, después de todo te dije el mío antes.
En tu caso era necesario, no es normal aparecer sobre el suelo desnudo de la nada ¿Sabes? - dijo el chico intentando evadir la pregunta.
Aun así... Quisiera saber cómo llamarte. – insistió Hiyori provocando cierta sensación de molestia a Yato.
Te he dicho que decir mi nombre en estos momentos, solo sería un acto completamente innecesario, no te acostumbres a estar cerca de mi, en cualquier momento podemos separarnos. – dijo Yato poniéndose en marcha y adentrándose en la cueva. – Es hora de irnos, no es bueno que nos encontremos tan cerca de la salida de la cueva, los lobos podrían volver.
"Quizás ella... Realmente sea una ignorante de la vida." – pensaba Yato mientras caminaba con la chica detrás y daba un suspiro de cansancio.
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"La Calidez de un Corazón en Invierno..."
FanfictionLa historia se desarrolla en el escenario de la antigua japón, en donde un humano llamado Yato se ha resignado y perdido las esperanzas de un mundo nuevo, en medio de tanta corrupción que rodea la realidad en la cual vive, pero su percepción toma un...