20 de enero.
Fui despertado a las 2:26 am, un molesto Brandon me sacudía al mismo tiempo que me daba mi teléfono.
-Deja de olvidar tu teléfono en mi habitación. -Dijo adormilado y molesto. Me lo dio y se fue, presioné el botón verde mientras colocaba el aparato en mi oído. Una voz suave y rasposa me saludó.
-Siento haberte despertado.
-Está bien. -Dije soltando un suspiro. -Es normal que me despierten a esta hora, por las terapias y eso.
-Lo siento. Pero el otro dijiste que si necesitaba hablar...
-Claro, ¿de qué quieres hablar?
-De nada, en realidad solo quería escuchar tu voz.
Una sonrisa se dibujo en mi rostro. Sentía mucha emoción.
-Bueno, aquí estoy. ¿De qué quieres hablar?
-Bueno, hablame de ti, Manuel.
Eso me tomó de sorpresa, nunca lo había hecho, no eral algo usual que mis pacientes pidieran.
-Mi nombre completo es Juan Manuel Padilla Cano, tengo dos hermanos y una hermana, nací el 5 de agosto, vivo en un departamento con mis dos mejores amigos. Brandon y Gaby, siempre se molestan cuando dejo mi ropa desordenada, que es casi todos los días.
Ella río bajo.
-Al nacer -me detuve un segundo pero continué- literalmente, morí durante unos minutos. Mi madre dice que ha sido el peor momento en su vida. A los 13 me detectaron un linfoma. -Dejé que las palabras se dispersaran- Descubrieron la enfermedad a tiempo, aunque pasé un año entrando y saliendo de hospitales. Pero incluso cuando perdí mi cabello nunca pensé en que moriría. Nunca me di por vencido.
-¿Es por eso que haces todo esto?
-Supongo. En parte, sé que no puedo salvar al mundo, pero si puedo ayudar a alguien aunque sea un momento todo esto vale la pena.
Dejé de hablar. Ella no contestó, por un momento hubo silencio y solo podía escuchar su respiración.
-Creo... Que tal vez me estás salvando, Manuel. -Lo dijo como un susurro, como si no quisiera que lo escuchara, pero lo hice y mi corazón parecía salir de mi pecho.
-¿Manuel?
-¿Sí?
-¿Puedes cantar?
∆ Mañana subo otro, y pasado otro, se los