Capitulo 4: " Hospital"

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POV THEODORO
El trayecto transcurre en un silencio sepulcral, al parecer las chicas están tan ensimismadas con sus pensamientos como para callar. Samantha ,que está en el asiento del copiloto, mira por la ventana sin dirigirme ninguna mirada desde que entró al auto y me informó de a cuál hospital íbamos. Sé que se siente incómoda por mi presencia, mejor dicho molesta. Eso me lo dejó claro en la pequeña conversación que tuvimos. Aun así ahora tendrá que tragarse mi presencia, ya que lo primero es su madre.

Cuando llegamos al hospital, Samantha nos dirige a la sala de urgencias, ahí están Albert, padre de Samantha y Martín Addams. Estos mismo la reciben con un abrazo bien apretado, que al parecer refuerza las energías de los tres porque cuando se giran a mirarnos se ven menos vulnerables. Parecen una manada de lobos, que se apoyan entre sí.

-¿Cómo está?- pregunta Samantha, al mirarla recuerdo a esa pequeña niña de cabello oscuro con sus ojos llorosos por haber tropezado. Se ve tan vulnerable, la verdad es que si fuera amiga mía, no tendría problema en reconfortarla, pero he notado que es apática a mi persona.

-Samantha- dice Albert- sabes que tu madre estará bien, ella es fuerte y lo que tiene es apendicitis, en un rato más entrara a pabellón para ser operada y para que le extraigan ese malvado apéndice que le causa dolor. Todo estará bien cariño- dice tomándola por los hombros y luego abrazándola.

Martín que está detrás de ellos, saluda a las chicas y cuando llega a mí me observa, analizándome. Me da un saludo de cabeza, y cuando se va a girar se detiene para volver a mirar.
-¿Quién eres tú?- comienzo a reírme, él pone cara de desagrado.
- No puedo creer que te hayas olvidado de él, es mi primo Theo- dice Alexa.
Martín tiene una cara de asombro que difícilmente pueda olvidar alguna vez, luego, antes de que pueda reaccionar, me da un abrazo y se separa de mi.
- Lo siento, chico. Has cambiado mucho y no te reconocí.
- Claro que se nota que no me reconociste, pero te la perdono por la situación.
- Sí, las cosas han estado malditamente mal- hace una mueca- Estoy más estúpidamente distraído de lo que suelo estar.
- Tranquilo, suele pasar en estos casos.
- Sí- me da una mueca y luego mira a Samantha- Oye Merlina, necesito hablar contigo.
-Vale- dice ella, y Albert mira a su hijo mientras hace una mueca.

¿Merlina? Debe ser de Merlina Addams, pero yo no encuentro que Samantha sea parecida a ella, recuerdo que era de todo menos sería, pero bueno han pasado 8 años y pudo haber cambiado mucho en este tiempo.

Salgo de mis pensamientos cuando Albert Addams se acerca a mí y me extiende su mano, obviamente yo le respondo con un apretón de manos. Puede que hayan pasado muchos años, pero a mi parecer sigue igual, con unas pocas arrugas por aquí y por allá, pero igual a fin y al cabo.
- Tanto tiempo, Theo. Todavía recuerdo cuando eras un pequeño niño serio, aunque has cambiado un montón sigues igual en ese ámbito.
-Y usted sigue casi igual que la última vez que lo vi, al parecer el tiempo no ha pasado para ustedes- digo riendo.
- Así es cuando se tiene a Beatriz de esposa, si no fuera por los cuidados de mi madre no estaría así mi viejo- dice Martín. Samantha que está a su lado parece estar más pálida de lo que es, al parecer lo que le ha dicho Martín no es nada bueno.
Cuando voy a responder llega un doctor, que se acerca a nosotros.
-¿La familia Adams?
-Nosotros - dice Albert
-Hola, Beatriz en unos momentos entrará a pabellón, es importante que sepan que el cuadro de apendicitis avanzó y que ahora tiene peritonitis, por lo mismo procederemos rápidamente a operar, puede que la operación se demore más de lo estimado al comienzo- Luego de decir unas pocas palabras más se va, Albert mira a Martín, quien le hace un gesto que dice "ya lo sabíamos, viejo" , eso es lo que Martín le debió haber dicho a Samantha porque no parece tan impresionada por lo dicho por el doctor , solo está pensativa. Al ver esto, Alexa y Criss se acercan a Samantha y la abrasan, transmitiéndole todo su apoyo en esa muestra de cariño sincero. Samantha les da una pequeña sonrisita, creo que ese gesto le ha costado un montón, pero eso no hace más que fascinarme. Su entereza ante cosas que le hacen sentir mal es completamente admirable.

Seriamente locosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora