FUI SU NOVIO. [Mario Bautista]

Three

Cuando llegue a casa, lo primero que hice fue contarle a Daniel (Mi hermano mayor) sobre aquella chica que conocí esa noche, el escucho atento y cuando termine mi narración detallada dijo seco:

¿Sabes que es peligroso ¿verdad?.

-Estará bien mientras yo este aquí.

-Es que ese es el problema Mario.

*****

Al día siguiente me levanté con muchos ánimos de volverla a ver, pero no mentiré... Tenía esos nervios que dan antes de ver a la persona que te gusta ¿Me entienden?
En fin, tome unos tejanos negros, una playera blanca, y unos Nike blancos.

Conduje hasta su casa, la cual me tomó casi 30 minutos en encontrar ya que solo fui una vez.

Una vez en su casa, me detuve unos segundos en la puerta dejando que un escalofrío recorriera mi cuerpo, y cuando por fin a mi valor se le antojo tocar la puerta, lo hice.

Las conversaciones con ella eran: cortas, rápidas y fluidas, era como si fuese un guión que ya los dos habíamos memorizado.

Tenía planeado llevarla al cine de alguna plaza y después de eso ir por el café que le mencione el día anterior... Pero todo en ella decía "Monotonía" las mismas cosas, el mismo café de cada mañana, los mismos lugares y las mismas plazas que visitar, Así que después de una discusión mental de donde llevarla, obtener por llevarla a un parque de diversiones, tenia muchos años que no iba a uno.

La ultima vez fue con mis hermanos, recuerdo a Daniel gritando por su vida en el kilauea, yo también tenía miedo, pero con los gritos de Daniel y la estruendosa risa de Jan Carlo se me olvido y disfrute del juego, y así hice en cada juego con el que me subía con mis hermanos.

Nos subimos como arranque a la montaña rusa y cuando esperábamos para subir ella dijo:

-¿Sabias que en Rusia a las montañas les dicen montañas Americanas? Es gracioso por que no les dicen montañas rusas como nosotros, perdona estoy muy nerviosa.

No pude evitar reír, esa chica era muy graciosa sin querer serlo.

-No lo sabia Elisa, pero es interesante.- Dije entre risas.

-Es como si antes de venir, me hubiera tragado un libro.- Contesto ella, algo avergonzada.

-Es como si el miedo se apoderara de tu lengua y tu inteligencia saliera a respaldarte, para así, en lugar de decir una tontería dijeras algo interesante.- No se ni siquiera de donde salio eso.

-Eres todo un poeta Bautista, me sorprendes.

Cuando fue nuestro turno y el juego había comenzado, ella me recordó a una mezcla de mis hermanos, de Daniel que no paraba de gritar y cada bajada gritaba más fuerte y de Jan Carlo que maldecía a todo mundo, entre ellas, al operador del juego, por haberlo iniciado y al propietario del parque por... Eso mismo, ser el propietario del parque, y juró que también escuche una maldición para mi, por haberla subido a ese juego, yo no paraba de reír, mi estómago ya me dolía por la risa, con cada maldición y cada grito.

Pero siendo total y completamente honesto, el mejor momento fue cuando... Ella tomo mi mano y la apretó con fuerza, como si yo fuera quien le quitara el miedo que sentía.

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