IV: Peligro en Osaka

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En otro lugar lejos del templo

- Kaoru tu kimono- exclamo espantado- cámbiate-

- maldita sea-

- no maldigas no es correcto en una "señorita"-

- yo no veo ninguna ¿y tú?- murmuro sonriendo irónicamente -

- claro nunca vez nada - se detiene- mierda

- ¿qué?-

- policías vamos cambiemos rumbo-

- por la izquierda- - por la derecha- dijeron al unisonó -

- dije izquierda...- enfatizo la muchacha

-y yo dije derecha-

- ¡muévete!-

- siempre es lo mismo ¡debemos ir a Osaka!-

- ¡pero vivos! ¡Idiota!-

- cámbiate el kimono y pasemos a su lado, hagamos lo de siempre- respondió suspirando -

- se cambia- ¿listo?

- siempre- al decir eso tomo su mano -

Comenzaron a caminar lentamente y se acercaron a los policías que estaban allí

-quienes son ustedes - los apunta con un arma-

- perdón lo que sucede - muestra a Kaoru- es que perdimos el tren para Osaka y debemos caminar...nuestro padre está muy enfermo...-

- déjame ver a la mujer - levanta su rostro- se ven debiluchos, no pasara nada-

- reverencia- gra-gracias

- pasen rápido-

En el Aoiya, Misao aún estaba shockeada por la escena presenciada con anterioridad, recordando la sangre que pasaba por sus pies y el olor nauseabundo a sangre que aún estaba en sus pulmones "¿le gustaba ese olor a Kaoru?" Se preguntaba una y otra vez, por otra parte Kenshin actuaba como si ya lo hubiera visto, había visto mil veces escenas así; en eso entra Aoshi

- mira a Misao- ¿qué sucede?

- llegamos tarde...- susurra Kenshin -

- ¿averiguaste algo?- pregunto Sanosuke apoyado en una pared -

- Misao tenía razón se dirigen a Osaka, al parecer hay otros grupos enemigos de las Águilas Negras -

- ¿cómo dices?- cuestiono el Luchador-

- si esas dos fuerzas se enfrentan, correrá mucha sangre Himura-

- y será peor que lo que vimos hace poco- miro el suelo -

- ka-Kaoru hizo eso - mirada perdida- ella lo hizo...-

- otra noticia, al parecer Kaoru no era su nombre...- dijo sentándose al lado de Misao-

- ¿cómo dices?- miro a Aoshi – Kaoru-dono ell-

-su nombre es Yoko...- le interrumpió -

- ¿Yoko? – dijo el luchador haciendo una mosqueta –

La habitación quedo en silencio, todos miraban para diferentes partes, en eso entra una paloma mensajera y se posa en el brazo de Aoshi.

- toma el mensaje de la paloma- vieron a Kaoru acompañada de alguien dirigiéndose a Osaka-

- ¿y qué hacemos aquí parados como idiotas? - grito la muchacha -

- nada... - toma su espada- pues en marcha-

- ¡sí! – gritaron al unisonó Misao y Sanosuke -

- iré- dijo Aoshi levantándose -

- ¿enserio Aoshi-sama? -

- Misao, estas babeando- agrego el luchador-

En el camino a Osaka más adelantados que ellos caminaba una pareja tranquilamente, ambos iban en silencio, pero se miraban una que otra vez.

- alguien viene- dijo Miwa deteniéndose -

- son 2... Shinji y Scar-

- ¿segura?-

- ¿insinúas que me equivoco?- dijo mirándole -

- pues yo solo digo que...-

- que tal...- exclamo Shinji-

- ¿qué hacen aquí?- pregunto Kaoru

- nuevos blancos, sus nombres son-

- dilo rápido-

- Sagara Sanosuke, Makimashi Misao, Shinomori Aoshi, Himura Kenshin, conocido más por Battousai-

- descubrimos una paloma de los Oniwabanshu y la interceptamos... por cierto - se dirige a Kaoru- saben tu verdadero nombre-

- esto será imposible... - mira a Kaoru- ¿no Yoko?-

- difícil pero no imposible - se dirige a Scar- dile al jefe que lo veré en Osaka y que no se preocupe, serán capturados y entregados... y por mi nombre... no se preocupen no vivirán para contarlo-

- apresúrense- dijo seriamente Scar

Dicho esto, los cuatro desaparecen, también en camino pero lejos de ellos

- ¿falta mucho? – Se quejó Sanosuke-

- no, si seguimos caminando llegaremos pronto- respondió Kenshin divertido -

- sí, ¡vamos cabeza de gallo tu puedes!- gritaba Misao -

- saca un reloj de bolsillo- creo que unos 10 minutos llegaremos – dijo guardando su bolsillo -

- ¡¿desde cuándo tienes reloj?!- grito el luchador -

- desde que la peque- - mira a Misao- desde que Misao me lo dio-

A los pocos minutos después llegaron sanos y a salvo a Osaka, buscando un lugar para poder dormir, pero ninguno pudo conciliar el sueño la mayoría aun recordaba el cuerpo inerte de Chou en el templo.

Mientras en la base secreta de las Águilas Negras

- iré a dormir – dijo tajante-

- pero—decía Miwa pero fue interrumpido -

- estoy muy cansada - se va- buenas noches

En la habitación la chica se sacó el listón que tenía amarrado su cabello dejándolo caer libremente, miro su habitación y una especie de soledad la invadió, todo era diferente sin Yahiko y sin Kenshin, ¿Qué podía hacer? Debía luchar con Kenshin, no podía traicionar a su equipo pero no podía traicionar a Kenshin. Pero un leve destello surgió en sus ojos, una emoción misteriosa invadía su cuerpo, sus manos comenzaban a sudar acaso... ¿deseaba pelear con Kenshin? Y otro escalofrió recorrió su cuerpo, si eso era, quería medir fuerzas con el destajador del que siempre había oído. Se sacó sus ropas y se puso una yukata, comenzó a peinar su cabello y este tenía olor a sangre, tiro el cepillo lejos y este se rompió. Quería pelear con Kenshin, pero algo en su interior hacia que su corazón se le encogiera. Sacudió su cabeza y comenzó a pensar. Ellos eran 5 personas y Kenshin con los demás eran 4, no importaba con quien peleara Kenshin, el ganaría y pelearía con ella. Si debía matar al hombre de ojos color malva, lo haría.

Tomo sus cosas y se dirigió al baño, no dormiría con el olor a sangre en sus cabellos.

Mentiras de KaoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora