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Viernes por la tarde...

Mike fue a casa de Erin, todavía conocía el camino.

Llamó a la puerta y sardinas, el pequeño gatito de Erin, aunque después de 3 años ya no era tan pequeño, apareció en ella junto con la señora Green, la madre de Erin.

-¿Quien eres?- dijo la señora mirándolo de pies a cabeza

-Hola señora- dijo Mike mostrando una sonrisa encantadora- soy Mike

-¿Mike? Oh Dios mío!! Mike mi niño cuanto tiempo- dijo mientras le estrujaba las mejillas de firma dolorosa.

El chaval sonrió como pudo
-¿esta Erin?- preguntó frotándose sus doloridas mejillas

-si, ella esta en su habitación, durmiendo seguramente.

El asintió y entró en la casa, vagamente recordaba cual era la puerta de la habitación de Erin.

Entró sin hacer ruido, Erin se encontraba dormida y el todavía no quería despertarla.

Dio una ojeada a la habitación, había vitrinas con los premios de Erin, ella amaba la natación.

En frente del escritorio había un corcho con muchas fotos de ellos de pequeños, otras con Josh y la gran mayoría era Erin con sus amigas.

Al echar un segundo vistazo se dio cuenta de que al lado de la papelera había una bola arrugada de papel, el chico no pudo resistirse, la cogió y la leyó :

Hey Mike!

Se que ya te di tu última nota, pero no se hacer una despedida de mejor forma.

Me dieron una beca para un prestigioso colegio, tiene el mejor equipo de natación de todo el país y me quieren en el.

No se que hacer Mike...

Te quiero♥

Att: tu dulce acosadora.

Hey Mike!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora