Desde hace unos años para acá he tenido el gran placer de leer, pero por tonterías que no comprendo, mi visión se fue deteriorando con el tiempo.
Hoy leo poco, aún me gusta pero no me agrada usar lentes
aún no comprendo la tonta visión enborronada que tengo pero,
no hay problema.
No es de preocuparse, solo para no perder el gusto de leer, suelo intentarlo viendo la cantidad de azúcar o de componentes que se encuentran en las envolturas que consumo.
Aunque ya no me importa mucho, con sólo saber que es dulce me basta para consumirlo,
y ahogar mis dulces penas.
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Sweet Life
Short Story¿Qué hacer cuando lo único que me hizo bien, resultó dañar más? Esta es mi historia, más dulce por dentro que por fuera.
