¿Eres Tú?

Capítulo 15

-Hola, tu debes ser Stella.- dice con una sonrisa amable.
-Sí señora.- digo amablemente dandole la mano.
-Hay Stella, nada de formalidades por favor, me haces sentir vieja- dice sonriendo y me da un beso en la mejilla.- dime Miranda, lo de señora no me pega.-
- Un gusto Miranda - creo que ya me cae bien.
-Pasa por favor.- dice abriendome camino hacia adentro de la casa.

Es hermosa por dentro, se ve muy acogedora, la decoración es muy cálida y se siente que es un lugar de paz.

En ese momento se oye el llanto de un bebé.

-Se debe haber despertado.- Dice Miranda.- Ven te presento a Joe, ha dormido toda la tarde, ya era hora de que despierte.- Dice riendo y yo asiento con la cabeza y sonrío .

Oh genial, hoy no podré dormir, lo más probable es que el bebé tenga más energía que Moni cuando se prepara para ir a clases con su profesor preferido.

Me guía hacia las escaleras y subimos al segundo piso, pasamos por varias puertas y llegamos a una pintada azúl en la que cuelga un letrero con el nombre del pequeño, Miranda abre la puerta y adentro esta lleno de juguetes y una cuna de madera muy linda, las paredes están pintadas de color verde y las cortinas son celeste.
Nos acercamos a la cuna y ahí esta el pequeño Joe. Es precioso, al instante en el que lo veo me enamoro de él, tiene el pelo castaño muy claro, y tiene unos ojazos celestes muy redondos y abiertos que en estos momentos estan llorosos.
Al ver a su mamá estira los brazos y sigue llorando, Miranda lo toma en brazos y Joe inmediatamente deja de llorar y solo emite sollozos, se acurruca en sus brazos mientras su mamá le hace cariño en la espalda y se va calmando de apoco.

-Siempre despierta así.- Dice sonriendo.- Como si hubiese tenido pesadillas.-
-Es muy tierno.- digo acercándome y acariciandole la carita al pequeño.
-Y muy travieso.- Dice riéndose.
Bajamos a la cocina y saca una mamadera de leche, que creo que estaba preparando cuando llegué y sienta al pequeño en una sillita de bebé que esta junto a la mesa, le pasa la mamadera y Joe inmediatamente se la lleva a la boca y comienza a tomar desesperadamente, como si no hubiera mañana.

-Mi esposo se retrasó en el trabajo, llegará en unos minutos.- Dice mirando al bebé. Y justo en ese momento se abre la puerta de la entrada, y aparece el que debe ser su esposo, Miranda corre hacia a el, lo abraza y le da un apasionado beso.
Que momento más incómodo, pienso, yo estoy parada frente de ellos sin saber qué hacer ni a dónde mirar, jugueteando con mis manos, mientras ellos se besan apasionadamente y se olvidan que estoy parada frente a ellos.
Después de 1 minutos, que me pareció más largo, Miranda interrumpe el entusiasmo de su esposo por seguir besandola.

-Cariño te presento a Stella, ella va a cuidar a Joe.-
-Un gusto Stella, soy Samuel.-Dice con una sonrisa y me estira la mano para que lo salude.
-El gusto es mío .-digo recibiendo su mano.
Al acercame más a el puedo observar sus rasgos,es muy atractivo, tiene el pelo castaño claro, casi rubio, sus ojos son café y debe medir como veinte centímetros mas que yo.
Debe tener entre 35 o 37 años, y pienso que su sonrisa me parece muy familiar.
-Cariño..-dice Samuel dirigiéndose a su esposa.- espero que no te importe pero... Sabes que últimamente mi hermano está un poco raro, incluso más raro de lo normal, en el trabajo se queda mirando un punto fijo como por tres horas y anda muy pensativo, incluso ahora tiene un perro, creo que se siente sólo.- dice con tono de preocupación. - Asi que lo invité a la cena, espero que no te enojes por favor.- dice en tono suplicante, como un niño.
- Amor, creo que estuvo muy bien que lo hayas invitado, a mí también me preocupa tu hermano, quizás ya quiera sentar cabeza, tantas mujeres le van a hacer mal.- dice Miranda.
-Uff que bueno.- dice con alivio.

-¡Oye!, no soy una ogra, no me enojaria por que invitas a tu hermano.- dice haciéndose la ofendida.

- En realidad eres una princesa, pero pensé que te molestarias porque hoy es una fecha importante.-