Capitulo 1

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Reflexiono sobre mi vida mientras descargo toda mi furia en el saco de boxeo, por cada dolor del pasado, un golpe. Y aunque esto no va a cambiar mi vida, al menos me descargo por un momento. Si me ven por la calle pensarían que tengo una vida perfecta, porque sí, eso aparento. No me gusta demostrar mi dolor a las personas, prefiero mostrar una sonrisa o, simplemente, ninguna expresión. Hay dolores incomparables en la vida, pero he sabido superarlos con el tiempo, y en el transcurso de este aprendí que todas las personas están solas en este mundo, a la hora en la que necesitas ayudas nadie está para ti, por ende tú no estás para nadie. O al menos ese es mi pensamiento... Alguna vez una persona me dijo: "Una buena familia, comienza con un buen ejemplo de los padres". Tal vez sea así, pero esas palabras no van conmigo.

Sigo golpeando lo más fuerte y rápido que puedo el saco de boxeo. Por cada dolor del pasado, un golpe.

Mi mamá... Mi papá... Mi abuela... Mi abuelo... Mi familia...

Así es como aprendí, que nací sola y me voy a morir sola.

Recuerdo que mi madre siempre me daba frases de aliento, de reflexión, de todas las que me pudieran ayudar en esos momentos

—El miedo llamó a la puerta, la confianza abrió y fuera no había nadie —Mi madre siempre estuvo ahí para darme sus sabias palabras y brindarme su apoyo, y eso lo aprecio mucho —. Nunca olvides tener confianza en ti misma Chloe, en el mundo hay muchas personas malas y tienes que saber en quien confiar.

En ese tiempo la pequeña Chloe abrazaba felizmente a su madre

—¿Tu no me vas a dejar sola mami? No me vas a fallar, ¿verdad?

—Mi bebé, yo siempre voy a estar aquí para ti... Acompañándote a cumplir tus sueños poco a poco.

La pequeña Chloe continúa abrazando a su madre con toda la felicidad del mundo, sabiendo que tiene alguien que la puede aconsejar con el paso del tiempo. Una verdadera madre.

—Gracias mami.

—No agradezcas mi cielo —Le sonríe con todo el amor que una madre le puede otorgar a su hija—. Ahora anda a luchar Mi Pequeña Boxeadora.

Lágrimas de rabia se deslizan desde mi mejilla hasta mi barbilla. Me mintió, dijo que siempre estaría conmigo y fue mentira.

La vida te sorprende, por las cosas que hay en ella, la maldad, el odio, la envidia, las desgracias, el racismo, el clasismo y la muerte... Así me paso a mí, un día una pequeña Chloe de diez años jugaba con su familia alegremente y ahora con el paso del tiempo hay una Chloe sola, descargando su rabia en un saco de boxeo.

No sé cuánto tiempo pasó desde que estoy golpeando esto, pero dejo de golpearlo cuando noto que todas las personas me están observando con sorpresa.

En este gimnasio hay mayormente hombres, ya que a las mujeres no les gusta hacer pesas, pero a mí sí. Me encanta la sensación de que mis músculos estén quemándose por el esfuerzo, obviamente no exagero con el peso, no me gustaría tener los músculos igual de desarrollados como un hombre. Hago lo necesario y para eso está Nathan, mi entrenador, que por cierto también me está mirando con una cara sorprendida... ¿Qué ocurre?

—¿Cuánto duré golpeando esto? —Le pregunto a Nathan mientas apunto al saco.

—Tres horas seguidas —responde, con el ceño fruncido —. Chloe, ¿qué te ocurre?

—¿De qué hablas?

—Cada rutina de ejercicio debe tener un descanso, no puedes golpear el saco tres horas seguidas como si nada. Intenté llamar tu atención pero no me escuchaste —Él alza una ceja y yo me encojo de hombros—. Bueno, ya puedes irte, necesitas descansar.

Atracción Innegable [Escribiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora