Cap.1

8 0 0
                                    

Narra Alba
Bueno, me llamo Alba y tengo 16 años, pronto cumpliré los diecisiete. He viajado a Venecia(Italia) de vacaciones aunque yo soy de LA (los Ángeles). Tengo una madre, Emily, y una hermana, Sheyla. Esta última tiene 8 años. Mi padre era un buen hombre según me ha contado mi madre desde pequeña. Pues bien diréis que vida tan normal no? Pues no. A la semana de disfrutar del sol de la gran Venecia unos hombres aparecieron en casa y me arrastraron fuera.
Yo. Mama! Mama! A donde me llevan!? -grite al borde de las lagrimas.
Mama estaba llorando abrazada a Shey.
Gorila1. Haber dejémonos de lloriqueos. Tu al autobús ya hablaras con el señor Gobernador cuando lleguemos.
Vale, wtf? Ósea que? Me monto en el autobús y giro mi cabeza para mirar a Shey, tiene una mueca de confusión, supongo que igual a la mía en estos instantes.
Termino de subir el último peldaño y me encuentro en medio de un laberinto de asientos de cuero negros con más de cien ñiños sentados. Todos tienen cara de querer matarme así que, incomoda, me dirijo al final del largo autobús y me siento al lado de una niña de la edad de mi hermana. Tiene dos coletas rubias y unos ojos azulados muy grandes.
Yo. Hola. -la saludo y hago un pequeño intento de sonrisa.
La chica me mira de arriba a abajo y se sorprende ante mi saludo.
Niña. Tu me hablas?
Yo. Por que no lo haría?
Niña. Mmm por nada...me llamo Dakota, y tu?
Yo. Me llamo Alba, oye de que va todo esto? -le pregunté ignorando su extraña respuesta. Dakota me miro con los ojos muy abiertos.
Dakota. Es que no lo sabes?- yo negué con la cabeza- bien, vamos a un centro de menores. Debes de haber hecho algo muy malo para estar aquí.
Yo. QUE! No se no he hecho nada, o eso creo. Pero tu que has hecho? -pregunté ahora un poco asustada.
Dakota. Nada nuevo, matar a todos los niños de mi orfanato. -mire hacia la ventanilla y trague seco.
Yo. Ah...-dije en un hilo de voz- hacia donde nos dirijimos?
Dakota. Hacia las afueras de la Toscana. No esta muy lejos, a un par de horas.
Yo asentí y cerré los ojos aunque no me fiaba mucho ya que estaba en un autobús con asesinos, psicopatas y delincuentes.

Street|Dance {{ByMartsss16}}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora