Cap.2

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Narra Marta
Bueno pues como veis me llamo Marta pero me dicen R de rebelde. Me he criado en el centro de menores esperanza con su director el sñr.Gobernador. Mis padres murieron cuando yo tan solo tenía 6 años, me crié como pude con mi hermano mayor, Dean. Actualmente está siendo preparado para militar. Antes vivía aquí conmigo pero tal era su peligro que se lo llevaron para que se convirtiese en un 'hombre'. Yo solo se que estoy aquí por intento de asesinato y atraco a mano armada. No muy normal en una chica de 16 años pero esta es mi vida. Ahora mismo me encuentro en mi 'casa' del árbol, dentro de un rato vendrán los nuevos residentes. Espero que no sean tan blandos como los del año pasado. A los dos gritos y primera paliza ya eran como ángeles en el cielo, pero claro, aquí no existe el cielo porque este es el verdadero infierno. Hay niños de 8 años hasta 18, no es un centro normal, es un centro de disciplina extrema. Pero claro, no hay centro que pueda controlar a Marta Di Laurentis. Aquí te quitan todo, y con decir todo quiero decir desde la ropa y zapatos hasta las ganas de vivir. Muchos no duran ni un año otros desaparecen sin mas. Pero yo obviamente subsisto. Estoy escribiendo una de las muchas cartas para Dean cuando veo caer pequeñas gotas de rocío por las hojas de mi sauce. Rápidamente me levanto, escondo mis cosas y salgo corriendo hacia el centro.
No llego a tiempo. Corro hasta la cantina y abro la puerta con sumo cuidado, me escabullo entre los guardias y me siento en la mesa más próxima a mi, para mi suerte no han entrado ni los nuevos ni el Gobernador. Ahora las puertas se abren y las traspasan como cien niños y niñas junto con el Sñr.Gobernador. Llego la hora de poner a prueba a los principiantes.
Sñr.Gobernador. Bien, chicos y chicas podéis sentaros. -los nuevos empezaron a dispersarse y yo reí por lo bajo.- he dicho yo ahora? -un clásico Gobernador, un clásico.- bien, es notario como no habéis estado en centros de semejante nivel como este. -será egocéntrico- El esperanza no es para tomárselo a broma soldados. Chicos a la izquierda y chicas a la derecha, entre chicos y chicas están prohibidos todo tipo de roces y estar a menos de 1m de distancia. -como si yo cumpliese eso- El centro se divide en cuatro plantas. La de abajo es donde esta la cantina, la recepción y la enfermería. En la segunda planta se encuentran las aulas, ahí chicos y chicas se juntaran. Hay seis aulas mas las habitaciones del profesorado. De 8 a 9 años en una, de 10 a 11 en otra, de 12 a 13 en otra, de 14 a 15 en otra, de 16 a 18 en otra y finalmente el aula especial del que soy tutor para casos extremos. Bien, en la tercera planta están sus habitaciones. Chicos y chicas separados. Las habitaciones son de A5 y no se ejecutarán cambios a no ser que sean estrictamente necesarios. Y en la cuarta planta se encuentra la biblioteca, mi despacho y la sala de castigos. Créanme no les gustara demasiado. Los horarios los encontraran en sus habitaciones junto con la ropa de diario. Aquí tendrán un general por cada aula que os vigilará día y noche. Ahora a comer soldados. Tienen 5min.
Todos se quedaron con la boca abierta y yo trague lo más rápido posible. Estaba acostumbrada a esto. Cuando la alarma sonó todos nos levantamos e hicimos el saludo y nos fuimos escaleras arriba. En cada puerta se encontraban escritos cinco nombres y yo me detuve en la que salía el mío, estaba en la esquina suroeste. Buen sitio. Mire el resto de nombres: Alba Collins, hm inglesa. Dolores Delacour , francesa. Shailen Gatchi,  esta es de aquí. Y por último Serena Gatchi . También de aquí. Entre y no había nadie. Antes de que viniese el prefecto saque rápidamente mi caja de herramientas y abrí una baldosa, guarde dentro la caja de herrmientas, alcohol y tabaco. Y por supuesto abrí un agujero detrás del armario y metí mucha ropa. Lo cerré todo, puse el armario delante del agujero y mi baúl con los uniformes, mi ropa interior, zapatos y pijama de la escuela encima de la baldosa por si a caso. De repente una chica rubia y dos morenas entraron a la habitación. La chica rubia era mas alta que yo con ojos marrones. Y las dos morenas eran de estatura normal y de ojos marrones. Gemelas. Mola.
Narra Alba
Al salir del comedor o cantina o como lo llamen aquí, subí al tercer piso a buscar mi habitación. Leí mi nombre junto al de otras cuatro más y dos chicas idénticas fueron a abrir la puerta.
Yo. Hola. -salude antes de que la abrieran- soy Alba Collins, encantada.
Xxx. Yo soy Serena y esta es mi gemela Shailen.
Shailen. Llámame Shai.
Acto seguido entramos a la habitación, allí se encontraba una chica de pelo castaño largo y ojos azules, era un poco más baja que yo pero nada del otro mundo. Cuando mire la habitación me morí del asco. Era de ladrillos grises, sin ventanas, con sabanas y mantas verde militar y camas de madera. Cada cama tenía a los pies un baúl. había dos camas a la izquierda una en el medio y dos a la derecha. Al parecer la ojiazul habia cojido la cama pegada a la puerta de la derecha. Había un armario Al lado de la puerta y unas lamparas muy feas que desprendían una luz verdosa. Qué horror.
Xxx. Jaja, que rubia no te gusta la habitación? -me miro con una ceja levantada y sonriendo.
Yo. Es horrible. Por cierto me llamo Alba Collins.
Xxx. Marta Di Laurentis.
Serena. Asi que tu eres R... Mi hermano me ha contado de ti. Se llama Sergio Gatchi tiene 17.
Marta. Ah si, lo conozco. Vamos juntos a clase. R viene de Rebelde y prefiero que no me llaméis así por lo menos unos meses.
Yo. Por?
R. Ya lo veras rubia, ya lo veras. Para empezar vamos a dormir porque el toque de queda son las 9 y son menos cinco,dentro de poco vendrá el general.
Vino una chica mas y se presentó. Se llamaba Dolores pero le decimos Lola. Nos pusimos los pijamas de la escuela que constan de: una camiseta de tirantes pegada verde claro y unos pantalones a rayas de distintos verdes. Nos hicimos las dormidas hasta que el general apago y una luz me cegó. Provenía de la cama de al lado. La de Marta. Estaba con una linterna y nos llamaba.
R. Chicas no pretenderéis dormir no? A ver. Anda que no esta bueno el general.
Todas nos incorporamos rápidamente y la miramos. Ella sonrió.
R. Muy bien. Ahora que tengo vuestra atención. Por que estáis aquí chicas. A ver gemelas.
Serena. Por ser las delincuentes más buscadas por Europa.
R. Eso pinta bien y tu Lola?
Lola. Mate al director de mi antiguo centro y lo tire al río. Y ah le corte los testiculos a su mano derecha.
Todas reímos, aunque yo me sentía incomoda.
R. Alba?
Yo. La verdad es que no lo se, me dijeron que me lo explicarían mañana.
R. Hmmm, que raro. Debe de ser grave entonces.
Shei. Y tu R?
R. Intento de asesinato y atraco a mano armada.
Reímos y charlamos de diferentes cosas hasta que Marta apago la linterna y nos acostamos.
Shei&Serena. Buenas noches chicas.
Lola. Buenas noches
Yo. Buenas noches
R. Buenas noches tías, y ah, el general  sigue estando bueno.
Reímos y ahora si todas nos dormimos. O eso creía yo.

Street|Dance {{ByMartsss16}}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora