sabes bien

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Me tiró sobre la cama y empezó a besarme por el cuello, la respiración se me aceleraba y le quite la camiseta y a acariciarle los abdominales, se le puso la piel de gallina. Estaba excitado, mucho. Me quito la camiseta y me desabrocho el sujetador.
Y se quedó mirando mis senos, sus manos empezaron a acariciarlos. Yo baje mi mano lentamente por su cuerpo hasta llegar a la cremallera de su pantalón y con una sonrisa juguetona se la baje y le quité el pantalón. El hizo lo mismo conmigo, pero también me sacó las braguitas y se bajo los boxers.
Se levantó de la cama para coger su cartera y sacó un preservativo que se colocó al instante. Yo seguía tumbada en la cama mirándole, y mirando su enorme miembro. Se me acercó y abrí las piernas cuando se me puso encima. Entonces me la metió como una bala y soltó un suspiro. Yo le cogí de la espalda y le empuje hacia mi para que me la metiera más hondo, me sonrió pícaro. Empezó a besarme rápidamente, nuestras respiraciones se aceleraba igual que su ritmo, cada vez iba más rápido yo soltaba pequeños gemidos y no podía evitar tener calor, el me ponía caliente. Y cada vez la metía más honda y lo hacía más rápido y acabe corriendome, pero no tenía suficiente. Le giré hasta ponerme yo encima, me colocó las manos en la cintura y empecé a moverme arriba y abajo mientras el suspiraba y yo empezaba a moverme más rápido y los dos nos pusimos a gemir, nuestra respiración no dejan de acelerarse y notaba que Dani estaba muy excitado y en cualquier momento iba a explotar y lo hizo, se corrió.
Nos quedamos un rato mirandonos mientras nuestras respiraciones y nuestros latidos volvían a su ritmo normal. Dani se levantó a tirar el preservativo y se volvió a tumbar desnudo a mi lado.
Nos abrazamos y apoyé mi cabeza en su pecho.
Dani: aina, te amo. No veas como follas bebé.
Entonces oímos la puerta.

SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora