Vivir, Morir Y... ¿Escapar?

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Me duele el cuello, resultado de la incómoda noche que pase en el sofá.
Suerte que es ¿Martes por la mañana?.

Por su puesto que lo es, demonios, estar todo el día sin hacer nada afecta en la noción del tiempo.

Voy a mi habitación y revisó mi computadora, pensando, talvez debería hablar un rato con Eli, talvez ella este en clases, pero talvez valga la pena intentar... Joderle un poco el día.

Señorita Elizabeth, ¿Que estas haciendo?- le mando un mensaje desde mi computadora intentando imitar un acento de inglés de mediados del siglo XIX.

Clases- me responde casi de inmediato.

De...- le contestó rápidamente.

De anatomía- me dice y me manda una carita con mejillas sonrojadas.

Querrás decir "la materia que te deja ver penes y no llamarte la atención"- le mando y no puedo evitar soltar una risita.

Ja ja ja, que gracioso eres- es lo único que recibo antes de que ella se desconecte.

Me separó de la computadora con una sonrisa triunfante, logre enojarla en 10 segundos, nuevo récord.

Ahora, ¿Que hago con el resto de mi día?.
Dirijo mi mirada a mi cama, dormir... Que flojera.

Las mañanas son las más aburridas, estoy sólo en casa, cosa que a muchos chicos de mi edad le encantaría tener, pero para mi es aburrido por una cosa. ES DE MAÑANA Y TODO MUNDO (O AL MENOS A LOS QUE CONOSCO) ESTA O EN LA ESCUELA O TRABAJANDO.

Hago girar la silla, sí tengo una de esas sillas giratorias en mi habitación, desde niño siempre había querido una. Me empujó a la ventana para poder ver a través de ella, es un buen día, creó que iré a pasear o algo, a lo mejor se me ocurre después que hacer.

Me levantó de la silla y sacó ropa de mi armario, nada de importancia más que mi ropa interior y alguna prenda aleatoria. Cojo la toalla y me dirijo al baño para darme una ducha, amo esa palabra... Ducha.

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Entre todas las ideas de mi cabeza, dar un pequeño paseo por un parque, sonó como la menos descabellada y loca. Eso si no cuentas el ir a la tienda y preguntar si tienen... Si la menos descabellada y la menos peligrosa.

Camino un rato por el verde césped que recorre el parque en casi toda su totalidad, es un hermoso día, nublado y con un frío viento que sopla con suavidad a todo el cuerpo. Para mi estos son los días más hermosos, debo decirlo odio, detesto el calor, les daría todos los motivos que tengo para odiar el calor, pero sería separarse mucho de la historia, por cierto ya se que le dicen la calor, pero no suena igual de bien. Lo digo capaz de que la gente se queja, "hay que es la calor, no el calor", " es la calor puto", "sigue escribiendo, me gusta la historia", esperen esa última jamás la recibo.

En serio estoy loco, hablándole a un público imaginanario- pienso y rió un poco de mi locura, hace tiempo debieron de haber me llevado a una clínica mental, a lo mejor me ocurre una aventura misterioso o Terrorífica donde un doctor hace experimentos con los pacientes, debo dejar de ver tanta televisión.

El nombre de Eli llega como un golpe llevándose todos mis pensamientos, creo que ya la moleste, sería bueno que dejara que disfrute de un rato sola y también yo, pero parece que mis pies tienen mente propia, debería amputarmelos.

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Regrese y espero que les guste esté capítulo.
Voten, comenten y siganme para más historias.

Gracias por su atención.