La llegada a la casa de Alan

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- ¿Esta muy lejos tu casa?. - Pregunta Bob. - No, está a dos calles del instituto.- Respondió Alan. - Perfecto. Entonces vamos a su casa, cogemos algunos recursos y nos vamos del Pueblo.- Añadió Bob. - Vale, pero llámanos de tú, me da que llavaremos mucho tiempo todos juntos.- Dijo Alan.
Fuimos andando hasta su casa, las calles estaban desiertas. Ni coches conduciendo, ni niños jugando, ni gente pasear. Era un infierno eso.
De repente, empieza a llover piedras ardientes cubiertas de grandes llamaradas. Estaba anocheciendo, gracias a dios de que llegamos a la casa de Alan. - Es peligroso que salgamos ahora con la lluvia de rocas. Esperaremos al amanecer.- Aconsejó Chris. Alan nos enseñó las habitaciones, Chris, Alan y Bob dormirán en un dormitorio que hay en la planta baja y Fred, Sam y yo dormiremos en uno de arriba. Excepto Fred, los demás descansamos, ya que Fred se prestó voluntario para hacer guardia.

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