A veces podemos llegar a ser tan buenos que aceptamos los golpes de otros porque podemos llegar a acostumbrarnos a ellos... es triste como al final nos ilusionamos solo por la simple razón de pensar en que ayudamos a alguien pero en realidad solo terminamos queriendo a esa persona, esperando a que nos ayuden cuando lo necesitemos, pero no siempre al ayudar a una persona con problemas y ayudarlos a salir de su pozo significa que te vayan a devolver ese favor o te tratarán mejor.
Yo, en lo personal, creo que al final, de tantos golpes e insultos, no hacemos más que acostumbrarnos...
