Ah, que el mundo es tuyo, ya se porque va todo mal.

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-Móntate, corre.

-No pienso montarme, y menos contigo.

-¿ Estás completamente segura? - me dijo con esa sonrisa suya tan característica.

-Rápido. - respondí mientras me sentaba en el sillín de la moto.

-Agárrate fuerte.

-Ni lo sueñes.

-Allá tú.

Lunes por la mañana y ando en algún lugar desconocido para mi. Y lo peor de todo, estoy con él. Sí, estoy con el hombre más creído y guapo que existe sobre la faz de la Tierra.

- ¿ A dónde vamos? Por aquí no se llega al instituto. - pregunté nerviosa y a la vez desconcertada.

-¿Quién dijo que íbamos a ir al instituto, pequeña astuta?

-Mierda, no puede ser. ¿ Y a dónde se supone que me vas a llevar? - dije, aún incrédula.

-Ahora lo verás, Mrs. Perfecta. - respondió con abundante chulería.

El resto del trayecto fue silencioso, no se escuchaba ni el más mínimo suspiro. Era un silencio muy incómodo. Ninguno nos sentíamos agusto, y eso era algo que ambos sabíamos. Cuando llegamos me bajé de la moto, él en cambio...ni se inmutó. Su reacción me asustaba, me atemorizaba, ¿ por qué se quedaba quieto?¿ A dónde me había llevado? y lo más importante, ¿para qué? Estaba segura de que pronto alguien respondería todas mis respuestas, y no me equivocaba.

-Andrea ven, por favor.- me pidió sentado en las ramas de un árbol.

-¿ Qué quieres ahora?  - respondí con tono borde.

-¿ Estás enfadada?¿Enserio?

-No, ¿ por qué crees que debería estarlo, Mr. Perfecto?- solté con la suficiente ironía que hasta yo me sentí fatal conmigo misma.

-Cariño, tranquila. El mundo es mío. - volvió a su chulería habitual.

-Ah, que el mundo es tuyo, ya se porque va todo mal.

-No te enfades, sube aquí conmigo y disfruta de las vistas. Son casi tan preciosas como tú.

-¿Sabes qué? Vete a la mierda.

Me fui a investigar el misterioso territorio. La verdad es que era muy bonito. Estaba muy sorprendida con aquel lugar, o más bien con la persona que me había llevado hasta él. Seguía intrigada con todo aquello. Vi un rosal muy bonito, como todos los rosales, tenía espinas. Esto me hizo pensar. Me senté junto a aquella maravillosa planta y me fui acomodando, poco a poco, hasta quedarme dormida.

- Te quiero, te quiero mucho y siempre lo he hecho.

-Deja de bromear, esto es un asunto serio, por favor. Ahora dime para qué me has traído hasta aquí.

-Para confesarte todo, para pedirte perdón.

-¿Perdón? ¿Por qué?

-Perdón por hacer que me quieras, por hacer todo lo posible por hacerte sentir mal contigo misma, perdón por todo lo que te he hecho pasar, por todo aquello que te dije la última vez que estuvimos juntos. Y ahora dime, ¿ quieres salir conmigo, Mrs. Perfecta?

-¿Qué esperas que te responda? Pues claro que sí, quiero todo contigo. Repito, todo. Mr. Perfecto.

Y ahora estamos uno frente al otro, a punto de besarnos, de juntar nuestros labios hasta saciar nuestra sed. Pero de repente...

-Despierta Andrea. Tengo que hablar contigo seriamente.

¿ Cómo?¿ Todo esto había sido un sueño?¿Un sólo sueño?





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⏰ Última actualización: Mar 03, 2016 ⏰

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