7_The meeting.

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-Riley!- Le grito susurrando.-Deja de mirarlos tanto, tampoco son tan famosisimos.

Estamos sentados alrededor de una mesa redonda, en este orden; Riley, yo, Anne, Simon, Clark, Mike y Dylan.

Riley se muestra nervioso y no deja de mirar a los chicos, ni que fuera para tanto, son solo dos ¿peleadores? reconocidos. Los demás están normales y tranquilos.

Anne y Dylan están enfrascados en una conversación de susurros en el sillón de la sala de estar, raro, pero decidí no darle importancia. Simon, Clark y Mike hablan sobre deportes y peleas. Yo intento calmar a Riley, que no se decide entre pedirles un autógrafo a Simon y Clark o no.

Hasta ahora creo que todo va bien, acabamos de terminarnos tres pizzas, por lo tanto, me levanto de mi silla para levantar la mesa. Anne, al ver lo que hago, se me une y me ayuda a ordenar y lavar todo.

Silencio.

-Oye, Phoebe, hay algo que debo decirte.- Me mira algo... ¿Nerviosa?

-Claro, solo...

-Oye, Pheebs, hay postre?- Aparece Clark, interrumpiéndome, por la puerta que da al comedor.-Lo siento, interrumpo algo?

-No, claro que no, no, por supuesto.- Dice Anne.-De hecho, antes de venir, preparé una torta de limón. Ahora la cortaremos y la serviremos.

-Umm claro, supongo.- Se da la vuelta y vuelve al comedor.

-Que fue eso, Anne?- La miro raro.

-Debo... decirte... algo!- Me dice forzosamente.

-Te escucho.- Le digo seria.

-Bien, recuerdas lo que me dijiste acerca de meterme con los chicos?

Nervios. Nervios se notan en su cara, palabras y silencios.

-Claro, sigue en pie ¿No?- Le contesto, como retándola a decirme lo contrario.

-Si y no. Es algo inevitable...¿Entiendes? Lo que pasa es, es todo un rollo y...

-Ya, ve al grano.- Le digo ya aburriéndome.

-Pooostreee.- Se escucha como todos los chicos, en el comedor, gritan a coro.

-Mejor hablamos luego, debemos alimentar a cinco simios hambrientos. Acaban de terminarse tres pizzas, no entiendo como pueden tener hambre aún.

Retiro la torta de limón de Anne de la heladera (O nevera o como quieran llamarla) y la corto, colocandola en pequeños platitos de porcelana que encontré en la alacena.

-Anne, hazme el favor de repartir los platos, por favor.

-Claro.

La torta estaba bien buena, deliciosa.

Cuando se hicieron las cuatro de la madrugada, Simon y Clark decidieron volver a sus fraternidades, estaban un poco alcoholizados, ya que Dylan aportó una botella de piña colada a la noche.

Anne se quedó a dormir en una habitación de sobra.

La noche fue simplemente perfecta, los chicos se llevaron genial entre ellos, charlamos mucho y nos conocimos más. La mejor parte fue la piña colada, tengo una obsesión con esa bebida.

Antes de irme a acostar, decido ir al baño a cepillar mis dientes y a lavar mi cara, digamos que a higienizarme.

Al finalizar, me dirijo a mi habitación, pero en el camino, decido hacer una parada en la habitación de Anne. Quiero asegurarme de que esté cómoda.

Su puerta está entreabierta, abro la puerta y me quedo helada al ver lo que está pasando.

Dylan está sobre la cama, acostado boca arriba, con Anne encima de él, besándolo salvajemente y desesperadamente.

Al parecer, Anne nota mi presencia y se gira para verme. Yo solo me dirijo en silencio hacia mi habitación.

¿Acaso Anne me estuvo usando para acercarse a Dylan? ¿Jamás quiso ser mi amiga? ¿O decidió romper la promesa y lanzarse a ser una perra? ¿Ahora sigue Riley o Mike?

Muchas preguntas rondando en mi cabeza, me chorrean las dudas por las orejas.

Esta, de hecho, no es mi peor pasada, he tenido decepciones mucho peores, solo que me tomó muy por sorpresa. En este momento estoy sintiendo un gran rechazo hacia Anne, ¿Como pudo ella usarme de tal modo? Digo, pudo haber esperado un poco más para hacerse de perra.

A la mierda, me voy a dormir. Mañana será un día incómodo.

Al despertar, me dirijo a la cocina para tomar el desayuno. Mi pijama está compuesto por una musculosa y un short, todo de seda.

En la cocina, me encuentro con Riley y Anne sentados en la alacena, desayunando. Parece que los demás están durmiendo.

Me uno a ellos.

Anne no se atreve a mirarme a los ojos, Riley me habla y yo solo asiento, no estoy escuchando absolutamente nada de lo que me dice. Creo que notó que no le estoy prestando atención.

-Phoebe! Tierra llamando a Phoebe!- Riley sacude su mano frente a mis ojos.

-Ah, si, ¿Que me decías?- Le digo distraída.

-Púdrete.

-Está bien.

Estoy acostumbrada a los insultos de parte de los chicos, aveces yo también les digo cosas, es algo normal y una costumbre.

-Disculpen, señorita y gata.- Dice, dirigiendo el "Gata" hacia mí.- Pero creo que es momento de que haga algunos trámites personales afuera, así que adiós.

Nos dedica una última sonrisa encantadora y sale por la puerta.

-Como pasaste la noche, Anne?- La miro expectante.

-Tienen unas camas muy cómodas aquí, de hecho, más cómodas que las de mi apartamento. Dormí bastante cómoda y bien.- Dice sin aún mirarme a los ojos, suena dispersa.

-Oh, pues... muy bien, supongo.- Busco su mirada, pero ella logra escapar de esta y observa un cuadro que está colgado en la pared.

-Si...

-Oye, recuerdo que ayer tenías algo que decirme, creo que ahora es el momento.- Mi mirada le indica que no soy tan ignorante sobre las cosas como cree.

-Bien, recuerda, es... algo complicado y espero que no hayas pensado nada malo de mí antes de estar bien informada.- Me mira a los ojos. Esta vez, su mirada busca tranquilidad en la mía.

-¿Que esperas? ¿Que te aplauda por usarme? ¿Quieres que no piense nada malo de ti? Cuando andas revolcándote con mis amigos, después de una promesa que claramente no piensas cumplir. ¿Quieres contarme como es el orden en el cual irás cojiéndote a todos mis amigos?- De mis ojos salen chispas y Anne me mira nada sorprendida

-Exacto, estas son las suposiciones que esperaba que hicieras, deberías averiguar antes de sacar tus propias conclusiones, déjame explicarte.- Me dice con voz cansina.

-Bien, te escucho.- La miro de brazos cruzados.

-Bien, hace un año, Dylan hizo un viaje de tres meses por España, su paradero estaba a la vuelta de mi antiguo hogar. Nos conocimos un día en una tienda de regalos y... digamos que nos gustamos un poco, comenzamos a salir y se pasaron volando los tres meses. Decidimos tener una relación a distancia. Hoy estoy aquí, una de las razones por las que vine es esta. Dylan.

-Oh.- ¿No puede salir nada más de mi boca? Digo, siempre me salen extensas oraciones, ¿Por qué ahora no?- ¿Mike y Riley lo saben?

-No.

Estoy muy sorprendida, no siento celos ni enojo, solo que no me lo veía venir. Ahora entiendo ese raro comportamiento entre ellos.

Holiwiii, acá está el séptimo cap. espero que les guste. Voy a subir varios caps y después voy a hacer una maratón en honor a una amiga, je, puta.

Espero que les haya gustado este cap y no se olviden de votar o comentar para hacerme saber que lo que hago les gusta!

Mili

How To Save A Whole LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora