It's A Hastings Thing.

4.- Hamlet y grandes eufemismos.

Las cosas habían estado mejor. Había comenzado a superar a Toby lentamente acompañada siempre de una cucharada sopera de orgullo, una cucharadilla cafetera de Aria, Emily y Hanna y una pizca de Wren. Todo estaba volviendo a estar bien, si es que alguna vez lo estuvo, claro.

"Si bien se muestran bastantes realidades a las cuales estamos sujetos hoy en día, Hamlet nos hace reflexionar mucho en lo que significa la vida y la muerte. Estos temas son bastante importantes en esta obra dramática ya que nos hace entender sentimientos y pensamientos por los que va pasando el personaje - dice Ezra interrumpiendo mis pensamientos - Ahora, si no les molesta, les entregaré sus calificaciones.

Como era de esperar, yo estaba en los primeros puestos de la clase.

Ezra entregó sus ensayos a Aria, Zack, Hanna y finalmente, yo.

-Excelente Spencer, una merecida A. - dijo Ezra orgulloso.

Le respondí con una gran sonrisa sincera.

-Gracias Señor Fitz. Aprendí del mejor.

Era extraño llamarlo Señor Fitz luego de llamarlo Ezra todo este tiempo junto a las otras. Pero tenía una A. Eso significaba 5 calificaciones máximas y cero mensajes anónimos esta semana.

Le di vueltas al ensayo que había tardado tres noches en hacer. Algo llamó mi atención. Había una pequeña nota adhesiva roja pegada justo donde debería ir la conclusión.

Deberías ser más como mi buen amigo Hamlet y reflexionar sobre la vida y la muerte. La tuya podría estar cerca. Pregúntale a Wren esta tarde. -A

Mierda. Son 5 calificaciones máximas y un mensaje anónimo. Gracias Toby.

Sé que antes dije que necesitaba una cucharada sopera de orgullo para superarlo, pero en este momento necesito un gran cargamento de cafeína. Estoy sufriendo de seria abstinencia.

Sonó el timbre y me dirigí directamente al tocador de las damas. Al entrar, noté marcas del labial rojo aún impregnado en el espejo.

Respiré profundamente y saqué mi bolso. Puse en el mismo sentido los billetes de uno, de cinco y de veinte dólares y los puse en orden alfabético obedeciendo a las largas combinaciones de letras y números impresos con tinta verdes en los márgenes. Siempre me siento mejor al hacerlo, pero no está funcionando.

Entré a uno de los tocadores y traté de respirar. Pero no pude y entonces me rompí. Comencé a llorar desconsoladamente.

No merecía esto. Sé que no ganaría el Premio a Buenas prácticas de la Universidad de Sevilla, porque sí he cometido terribles errores y actos. Pero no me merezco tanto. ¿O sí lo merezco?

Mis sollozos comienzan a sonar cada vez más fuerte. Realmente, en este momento no me importan las apariencias.

Se abre la puerta y siento sigilosos pasos. Debe de ser alguien pequeño, o pequeña.

-Spence, sé que estás ahí. - Puedo oírte - dijo Aria entre suspiros.

-Por favor, déjame - dije.

-Se que puedes estar pasando por un mal momento, pero eso no significa que tus amigas no te necesiten. Yo te necesito. - dijo.