Flor

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Gota a gota el alma se le deshacía.
Los ojos estaban cargados de ira, brillosos, conteniendo miles de recuerdos dolorosos en forma de lagrimas, que caían pesadas, bajando despacio por sus mejillas, y dejando un rastro a su paso de su húmeda tristeza.
Bajaban lento, cargadas de sentimientos, llevando consigo pedacitos de un corazón roto, de un alma gastada. Bajaban lento para luego abandonar el rostro de aquella pobre chica, y ser absorbidas por el suelo, dueño ahora de las penurias de aquella muchacha.
Estaba de rodillas, tratando con las manos frenar la inevitable caída de las lágrimas. Con cada gota caida, el ambiente se hacia mas vivido, mas real. La tierra se volvía mas negra, las flores mas esplendorosas. La brisa fresca acompañaba a las otoñales hojas amarillas, para luego posarse, delicadas, sobre el suelo. Inundándolo así de una paleta de naranjas y amarillos, formando un fino colchón de hojas, donde estaba ella.
Ahora sus lágrimas no cargaban su alma, ni su corazón, ni su tristeza. La cargaban a ella. Poco a poco las lágrimas empezaban a cambiar de color y de textura. Sus ojos verdes se disolvían en lágrimas de ese color. Apenas tocaron el suelo crecieron al pie de los arboles espectaculares pastos, de un color radiante. La piel de alrededor se sus ojos también caía, haciendo crecer la corteza de los árboles. Llegó el turno de la boca, hermosas rosas brotaban del suelo, que crecían extremadamente rápido, algo que seria anormal si no fuese porque el ambiente estaba cargado de magia.
Ya casi no de podía distinguir la cara de la chica. Ahora era parte del paisaje.
Su pelo se disolvió en rayos de sol. Su colorida remera se transformó en exóticos pájaros, que, felices, presumían su bello cantar por las copas de los árboles, mas esplendorosos que nunca. Alzó las manos al cielo, ya no lloraba, se disolvía. Ya no eran lágrimas, era ella. Regaba el suelo de si misma. Las enredaderas crecían, los animales corrían, volaban y nadaban. Un caudaloso arroyo apareció donde antes había solo hojas. Un pino creció donde solo había tierra.

Y cuando el suelo había tragado hasta la ultima gota de ella, una flor creció, en el mismo lugar, donde sólo había una pobre chica.

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⏰ Última actualización: Sep 07, 2016 ⏰

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