Bien no se si, siquiera alguien leerá esto pero decidí continuar con esta historia
-¿Y eso es todo?, felices para siempre y ya.- pregunto con un tono algo impaciente mi hijo mas pequeño, al cual no le agradan mucho las historias cortas.
-Claro que no cariño, solo que tu padre tiene una memoria muy pero muy mala -llego mi esposa, Chofi-Ten amor de chocolate, tus favoritas.
-Pero papá tu habías dicho que...
-Que me encantan-Interrumpí antes que mi hijo dijera algo que me pudiera comprometer y meter en problemas con Chofi, si se que es algo hipócrita pero por ella como lo que sea.
-Miren mis pequeños con el tiempo aprenderán que no es el sabor de la galleta sino quien te la da- Les dije.
-Bien donde nos quedamos?
-En que era de noche y ya se había enamorado- era mi pequeña Perla, la menor.
-Sí, pero ningún buen amor se hace en una noche-Escuche a mi esposa carraspear, tengo que admitirlo para estar en la sala comiendo y poder oírme debe tener un muy buen oído.
-Prosigamos, ahí de las 11 de la noche la joven pareja de tórtolos se iban despidiendo y por lo tanto yo también de Chofi.
-Ve con ellos- dijo Andre-y cuida que a Emi le vaya bien-
Me acerque a Emi y me recargue en su pierna, él entendió que debía seguir con el engaño de que yo era su perro.
El le dio la mano a la chica a modo de despedida, pero yo no estaba contento con esa despedida, así que gruñí muy levemente para el muchacho me prestara atención.
Así es como se hace, pensé.
Me acerque a Chofi y con delicadeza uní mi naricita, si soy un perro y tengo una nariz pequeña, es lo normal bueno, uní mi naricita con la suya.
Al principio me preocupó que ella se lo tomara a mal y me diera una mordida por atrevido, pero ella lo aceptó e incluso sentí como lamia mi cachete.
Que bien se siente, creo que el amor es como una droga, te atonta por poco tiempo pero es la mejor sensación que existe.
Mire al chico con ojos picarones, incitando le a que repitiera lo que yo hice, el hizo una cara de "no pienso usar mi nariz"
Cobarde le hubiera gritado si no fuera por que no me entiende.
El chico le dio la mano, pero la chica era mas astuta, rápidamente lo jalo hacia el y le dio un beso en la mejilla, el muchacho se sonrojo a mas no poder.
-Bien creo que esa si es una buena despedida-Dijo chofi
-Si pero la nuestra estuvo mejor-
Escuche una risa muy pequeña de su parte, una de nervios.
Las chicas se fueron lentamente, y ni el chico y yo queríamos apurarlas, después ayudamos a Andre a cerrar el café, bueno por decir "ayudamos" quiero decir que Emi hizo todo, oigan no me miren feo, como los voy a ayudar con estas manitas, ni siquiera tengo pulgares.
-Emi, quiero que te lo lleves-
Esa petición tomo por sorpresa a Emi-Por supuesto-pero no lo ira a necesitar?
-No te preocupes ha estado conmigo por 3 años, ya necesita un dueño que lo saque a pasear y no solo le de galletas de mantequilla-
Fui con el viejo, su cara era de unos 60 años, pero el siempre me había cuidado, desde que era un cachorro, el me levanto y me puso junto a el y lo empece a lamer en signo de gratitud, sabia a colonia de viejito.
-Ya se que me quieres Chien, pero sabes que no me baño en las noches y no quiero tener que pasar toda la noche oliendo a perro-Pare y el me bajo.
-Muchas gracias- grito Emi cuando doblamos la esquina, para llegar a su casa.
Bien, esto es emocionante, tendré casa nueva. Pensé, seria muy divertido que mi nuevo dueño tenga también galletas de mantequilla
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Café y música.
RomanceUna pequeña historia contada a travez de chien de como la mejor pareja de todas es el cafe, y la musica.