9. "No te enamores... Y no te lo folles."

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Narra Trenton McCall:

Traté de abrir los ojos lentamente.

Me dolía mucho la cabeza y estaba mareado.
No sabía donde estaba yo, ni mi ropa, y sentía adormecido mi brazo porque alguien estaba apoyado en el.
Me recuperé lentamente y empecé a tratar de recomponerme. Quería llegar a casa.
Volteé mi cabeza hacia mi brazo y pude distinguir a una chica acostada en el. No recordaba su nombre, y menos cómo había llegado a parar con ella. Tampoco me importaba demasiado.
Saqué mi brazo de debajo de la cabeza de la morena y ni se inmutó. Me senté lentamente en el borde de la cama y sostuve mi cabeza un rato con la ilusión de que se me pasara el dolor.
Miré alrededor y no encontré nada familiar. La habitación lucía bastante femenina así que deduje que era la habitación de la chica con la que aparentemente había dormido anoche.
Me levanté y comencé a buscar mis calzoncillos y el resto de mi ropa.
Cuando encontré todo, parte de ella colgada en la ventana, no como llegó hasta alli, me dispuse a agarrar las llaves de mi moto y dirigirme a casa.
Estaba a sólo dos pasos de abrir la puerta pero sin querer moví mi brazo hacia una mesa y tiré una caja metálica con esas mierdas que usan las mujeres en el pelo y cayó todo al piso con un fuerte ruido.
Cerré los ojos esperando a que la chica no se despertara pero fue inútil.

-mmm, ¿Ya te vas?- me recibió con una mirada somnolienta y una sonrisa

-ejm, sí, tengo cosas que hacer. -Respondí.

-Bien, estuviste increíble anoche.- su sonrisa se agrandó.- ¿Me llamarás?

-si, claro.- mentira.

Salí rápidamente de allí y me subí a mi moto. Conduje unos 10 minutos a casa y cuando llegué traté de hacer el menor ruido posible.

-¿Trenton? ¿Eres tú?

Mierda. Mi padre me había escuchado.

-Sí papá, voy a recostarme un rato, nada de preguntas. ¿Está bien?- Sabía lo que vendría.

-Sabes que me preocupa que llegues a esta hora sin avisar. ¿Y conducir una moto en estas condiciones? ¿En qué estabas pensando? Desde aquí puede sentirse el olor a alcohol, Trent.

-Bien, bien, ya lo sé. La cabeza me va a explotar papá ¿Puedes sólo dejarlo estar?

-Hijo, no p...

-¡Ya déjalo estar, joder!- Le grité.

Subí rápido las escaleras y me encerré en el baño. Me daría una buena ducha y me acostaría a dormir. Lo necesitaba.

No debí haber tratado a papá así. Pero desde que mamá murió y Will, mi hermano mayor, entró a la universidad de Boston estamos solos, tratamos de cuidarnos el uno al otro, sólo que a veces se pasa.

Salí de la ducha, me envolví en una toalla y me dirigí hacia mi cuarto.

Me puse el primer bóxer que me encontré en el closet y me acosté. Di vueltas y vueltas y de a poco comencé a tener pequeños recuerdos de lo que había pasado anoche.

Y recordé. Recordé haber visto a Cassie. Ella estaba borracha y yo la llevé afuera por un poco de aire. Y hablamos. Y no recuerdo que me haya pegado una patada en el culo. No. Al contrario. Ella había sonreído. Y no sólo sonreído. Ella había reído. Había reído conmigo.

Involuntariamente una media sonrisa se había colado en mis labios.

Trenton, Trenton, ella es especial, no lo eches a perder. No te la folles. Pensé.

Prohibido Llamarte Mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora