Narra Trenton McCall:
Traté de abrir los ojos lentamente.
Me dolía mucho la cabeza y estaba mareado.
No sabía donde estaba yo, ni mi ropa, y sentía adormecido mi brazo porque alguien estaba apoyado en el.
Me recuperé lentamente y empecé a tratar de recomponerme. Quería llegar a casa.
Volteé mi cabeza hacia mi brazo y pude distinguir a una chica acostada en el. No recordaba su nombre, y menos cómo había llegado a parar con ella. Tampoco me importaba demasiado.
Saqué mi brazo de debajo de la cabeza de la morena y ni se inmutó. Me senté lentamente en el borde de la cama y sostuve mi cabeza un rato con la ilusión de que se me pasara el dolor.
Miré alrededor y no encontré nada familiar. La habitación lucía bastante femenina así que deduje que era la habitación de la chica con la que aparentemente había dormido anoche.
Me levanté y comencé a buscar mis calzoncillos y el resto de mi ropa.
Cuando encontré todo, parte de ella colgada en la ventana, no sé como llegó hasta alli, me dispuse a agarrar las llaves de mi moto y dirigirme a casa.
Estaba a sólo dos pasos de abrir la puerta pero sin querer moví mi brazo hacia una mesa y tiré una caja metálica con esas mierdas que usan las mujeres en el pelo y cayó todo al piso con un fuerte ruido.
Cerré los ojos esperando a que la chica no se despertara pero fue inútil.-mmm, ¿Ya te vas?- me recibió con una mirada somnolienta y una sonrisa
-ejm, sí, tengo cosas que hacer. -Respondí.
-Bien, estuviste increíble anoche.- su sonrisa se agrandó.- ¿Me llamarás?
-si, claro.- mentira.
Salí rápidamente de allí y me subí a mi moto. Conduje unos 10 minutos a casa y cuando llegué traté de hacer el menor ruido posible.
-¿Trenton? ¿Eres tú?
Mierda. Mi padre me había escuchado.
-Sí papá, voy a recostarme un rato, nada de preguntas. ¿Está bien?- Sabía lo que vendría.
-Sabes que me preocupa que llegues a esta hora sin avisar. ¿Y conducir una moto en estas condiciones? ¿En qué estabas pensando? Desde aquí puede sentirse el olor a alcohol, Trent.
-Bien, bien, ya lo sé. La cabeza me va a explotar papá ¿Puedes sólo dejarlo estar?
-Hijo, no p...
-¡Ya déjalo estar, joder!- Le grité.
Subí rápido las escaleras y me encerré en el baño. Me daría una buena ducha y me acostaría a dormir. Lo necesitaba.
No debí haber tratado a papá así. Pero desde que mamá murió y Will, mi hermano mayor, entró a la universidad de Boston estamos solos, tratamos de cuidarnos el uno al otro, sólo que a veces se pasa.
Salí de la ducha, me envolví en una toalla y me dirigí hacia mi cuarto.
Me puse el primer bóxer que me encontré en el closet y me acosté. Di vueltas y vueltas y de a poco comencé a tener pequeños recuerdos de lo que había pasado anoche.
Y recordé. Recordé haber visto a Cassie. Ella estaba borracha y yo la llevé afuera por un poco de aire. Y hablamos. Y no recuerdo que me haya pegado una patada en el culo. No. Al contrario. Ella había sonreído. Y no sólo sonreído. Ella había reído. Había reído conmigo.
Involuntariamente una media sonrisa se había colado en mis labios.
Trenton, Trenton, ella es especial, no lo eches a perder. No te la folles. Pensé.
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Prohibido Llamarte Mío.
RomanceÉl, el típico popular del colegio, mujeriego, el chico de todas. Ella, marginada del grupo social popular por... Por ser ella misma. Trenton la fastidiaba para enojarla como a la mayoría de las chicas, sin saber que esas discusiones lo terminaría vo...