Único Capitulo*

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El amor es uno de los sentimientos más hermosos que existe, eso pensaba Gabriel mientras veía a su hermosa Ana, eran novios hace varios días y se querían bastante, su historia de amor empezó como otra cualquiera, sus miradas se cruzaban constantemente, en cierto momento, sus ojos ya no se podían separar y todo giraba a su alrededor de una manera especial

Sentía lo común en esa etapa, una corriente en el estómago y sentían como sus ojos se iluminaban, Ana era realmente hermosa, su cabello largo de un intenso negro, sus ojos azules, tan profundos como el cielo, su sonrisa, sin duda el mejor atractivo que tenía, sin embargo su cuerpo, era perfectamente bello, Gabriel era sin duda simpático amable y generoso, algo que Ana amaría

La primera vez que Gabriel tuvo el valor de hablarle, fue una semana antes del Baile, todas sus amigas ya tenían pareja y ella, esa hemos chica, era la pareja perfecta para Gabriel
El no tenía miedo, ni duda,  la sonrisa de Ana lo armaba  de cierto refuerzo, así que se acercó a ella, teniendo fastidio de que alguien más fuera a hablarle , sin embargo se decidió a preguntarle, cuanto más se acercaba, más su mente planificaba,  más le sudaban las manos, más adrenalina  tenia, Ana al percatarse de su presencia, lo miro fijamente, suponiendo que era lo que le iba a decir, sonrió levemente, solo para tranquilizarlo y más aún para tranquilizarse ella, era increíble que todos sus sueños por fin se cumplieran, aquel chico que le había gustado por tanto tiempo, por fin se había dignado a hablarle, sin duda este sería uno de sus días más hermosos, sintió como el corazón se agitaba aún más y su adrenalina recorría por completo su cuerpo, sabía que tenía que ser fuerte para no demostrar tanto su amor, sin embargo el rojo de su cara la delataba, Gabriel tomo su mano, y al hacer esto el tiempo se detuvo por unos instantes, era algo mágico sin duda alguna, Gabriel le hizo la temeraria pregunta a lo cual ella accedió de inmediato, su sonrisa nuevamente le hizo saber que todo había valido la pena, lo había logrado, había conseguido salir con la chica que le había gustado por tantos meses, sin embargo su sorpresa fue mayor al percatarse que el gusto era mutuo, pues para él era algo notorio
Al llegar a su casa no paraba de pensar en aquella mujer, al acercarse a la pared pudo observar a la hermosa chica que tenía al frente, todas esas fotografías capturaban perfectamente su belleza, incluso en las que aun dormía, Gabriel estaba fascinado al verlas, sabía que su tiempo no había sido en vano y que todo el tiempo invertido en ella seria gratificado, sonriente bajo hacia su escondite, acaricio delicadamente la cara de la chica que se encontraba allí, incluso le expreso su fascinación incondicional, pero no recibió respuesta alguna, solo un leve gemido,
Inmediatamente le devolvió la sonrisa, pues sabía que aunque no lo dijera, esa chica  lo amaba  y el también a ella aun que esta estuviera hambrienta y pálida, echo un vistazo a aquel lugar, era perfecto para su amada, estaba seguro que se sentiría muy cómoda allí, como todas las demás  y como no estarlo, si les brindaba todas las comodidades, comida  y refugio, además vivir con él, quien no estaría feliz?, Gabriel sonrió nuevamente al ver a la muchacha, decidió darle las gracias por haberlo amado por tanto tiempo, pero ya era hora de de tener a otra

Gabriel era tan caballeroso, tan gentil, tan simpático, además sabía exactamente que quería Ana, su sonrisa era su mejor aliada sin duda un chico perfecto, porque habría que dudar de el? que malo podría haber con él? –Pensaba Ana-, sin duda las horas pasaron rápidamente, tal como lo planeo Gabriel su primera cita fue algo hermoso, este le hacía reír constantemente y los ojos de Ana se iluminaban cada vez que reía, Gabriel la amaba cada vez más , la soñaba cada vez más, la quería tener más cada vez más, su primer beso fue sin duda algo mágico para Ana, sintió corrientes eléctricas que atravesaban su cuerpo, sintió como el amor llegaba a su vida, se sintió tan feliz, tan agradecida por haber tenido la suerte de gustarle a aquel joven popular y simpático, amado por muchas en su colegio, porque la elegiría a ella? Aun le rondaba esa pregunta a Ana, como un chico tan simpático y popular se había fijado en ella? No lo sabía, pero aun así lo disfrutaba

Faltaban pocas horas para el baile, todo estaba listo para Gabriel, la pequeña joven de antes  ya no interrumpiría, pues ya no estaba, no habría nadie que incomodara a Ana y mucho menos que sintiera celos del amor que se tenían, El observaba el lugar en donde pronto estaría su amada, ya había adecuado todo para poder amarla como ella lo merecía, el lugar era perfecto, según Gabriel

Ana temblaba de la emoción pues era su primer baile, había ahorrado bastante para comprar aquel lindo vestido rosa, tipo princesa, su madre la había acompañado a comprar y recordó como estaba de emocionada cuando al fin lo tenía en sus manos, definitivamente estaba más emocionada ahora, su corazón latía fuertemente , pues sabía que pronto llegaría su amado a recogerla, estaba tan bella esa noche, que su madre suspiraba de emoción al verla y su padre con un pequeño gesto nostálgico, veía como su niña era ahora un hermosa joven, la puerta sonó y Ana dio un salto de alegría, Gabriel al verla, se quedó sin palabras, su hermosa Ana, por fin seria solo para él, por fin podría amarla como lo había soñado todos esos meses, los padres de Ana querían mucho a Gabriel, pues este se había ganado plenamente su confianza, sabían que era un buen hombre, no había nada de malo con él

Volverían a las 2am, Gabriel se había comprometido a eso, la traería personalmente en su carro, le daría un beso en la mejilla y la dejaría descansando en su cama, segura en su casa, junto a sus padres –eso les dijo-

Al día siguiente la madre de Ana lloraba profundamente y el desespero en la cara del padre era evidente,  intentaban calmarse , pero eso no funcionaba, las horas pasaron y Ana nunca llego a casa

Gabriel sonreía cada vez que la veía, sabía que Ana lloraba de emoción al estar con él, porque disfrutaba el estar allí, ella era feliz,  era su mujer, le pertenecía  a partir de ahora, por fin sus sueños, sus deseos, sus impulsos mas bajos se  harían realidad.

20 años después el cuarto de Ana sigue vacío, al igual que su familia, el vestido de princesa que uso ese día aún permanece en la última foto que le tomo su padre, ese vestido tan hermoso, que ahora está colgado en el sótano, de una casa, en un barrio cualquiera, donde nadie escucha sus gritos



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Espero les haya gustado, espero sus opiniones :3

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⏰ Última actualización: Dec 15, 2023 ⏰

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