Estaba acostado en la cama matrimonial, hoy era el gran día,hoy después de muchos años iría a la entrega número 58 de los Grammy Awards, he estado nervioso desde que me enteré que estaba nominado.
Me giré sonriente, esperando ver el hermoso rostro de Adda, pero no fue así. El otro lado de la cama estaba vacío. Bufé enojado y me levante.
Me dirigí hasta el baño y miré mi rostro, tenía bigotes y me los dejaría, aunque a Adda y a mis beliebers no les guste. Comencé a hacer gestos en el espejo, luego de lavar mi rostro. Acomodé mi pelo hacia atrás imitando la cara de Finn, el ladrón de Enredados, Jazzy, mi hermanita, adora esa película y suele mirarla seguido,por lo que se hasta los diálogos de la misma.
Oí una risa aguda, giré mi rostro y me encontré a Jaxon, riéndose de mi.
—¡Hey! ¡Desde cuando me espías en el baño!—reí y lo llevé hasta mis brazos, él rió.
—Siempre lo hago, generalmente suelo sacarte fotos.— rió pícaramente.
—¿Enserio?—el asintió.
Bajé junto a él por las escaleras, Marissa estaba juntando sus cosas, para irse.
La miré extrañado, solía estar contenta, sobre todo, cuándo se iba, hoy su cara no daba mucha felicidad, que digamos.
—¡Marissa! ¿Hay algún problema?—ella me miró.
—Pues siempre eres un rayo de sol y hoy pareces uno de tormenta...—agregué bromeando.
—Mira, Justin, yo te adoro mucho, pero ya no puedo trabajar aquí.—soltó un suspiro.
—¿Que? ¿Porque?—pregunté preocupado.
—Ay Justin...—exclamó y se sentó en el sillón de la sala.
Conozco a Marissa desde que soy niño, ella era muy amiga de mamá, es como una segunda madre. Bien sabía que cuándo decía eso, no era algo lindo lo que me iba a comunicar.
Dejé a Jaxon en el suelo y le dije que me esperara en la cocina.
—¿Que pasa?—pregunté.
—Tu sabes que te adoro, pero siento que ya no me necesitas. Siento que estoy trabajando sin ningún motivo, cada vez que veo a tu novia, no la reconozco, ella me habla de mala manera y hace semanas que no pagó, ya me deben como 5 de ellas. No me siento cómoda en esta casa. Lo siento... — exclamó ella con su voz quebrada.
Suspiré y me apoyé en el respaldo del sillón. No podía creer lo que me había dicho, sobre todo lo de Adda, ella nunca podría haber hecho eso.
—Marissa, yo te necesito aquí, eres como mi madre en estos momentos, no puedes irte. Te prometo que hablaré con Adda sobre esto, y si quieres puedo darte todo lo que te debo y depositar el mismo en tu cuenta...—me interrumpió.
—No Justin, déjalo.—exclamó.
—Por favor, no puedes irte, Jaxon y yo te necesitamos...—exclamé frustrado.
—Lo siento Justin, no puedo.—
Le mostré mi mejor cara de perrito.
—Ay, está bien, no me iré.—exclamé.
—¡Si!—grité como un niño pequeño y ella rió.
—Pero dile a tu novia que me trate un poquito mejor.—aclaró.
—¡Haré lo que sea!—sonreí. Volví a abrazarla.
—Te amo...—susurré casi inaudible.
—Igual yo.—exclamó ella.
—¡Papá! ¡Tengo hambre!—gritó Jaxon
Nos dirigimos hacia la cocina y saqué 2 tazas para llenar uno con leche y el otro con café, preparé tostadas junto a Marissa y me senté a desayunar.
(...)
Estábamos sentados en la sala, yo estaba jugando un juego de mesa junto a Jaxon y Marissa leyendo un libro, le dí una semana de descanso en recompensa del malentendido. Estaba nervioso eran las 6:30 y Adda aún no aparecía.
—¿Crees que lo haya olvidado?—pregunté a Marissa preocupado, quién dejó de leer para responderme.
—No, tranquilo, llegará en cualquier momento.—
—Tu turno papi...—exclamó Jaxon.
Tiré los dados y avancé 2 casilleros. La puerta de entrada sonó y salté a la velocidad de la luz esperando que sea ella, pero mi sonrisa se borró al ver que no lo era.
—¿Preparado para arrasar en los Grammy?—me saludó Thomas, más conocido como Diplo.
—Si, claro.—exclamé triste.
—¿Esperabas a alguien más?—preguntó Sonny, más bien Skrillex.
—No, claro que no.—fingí una sonrisa.
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GRAMMY /One Shoot /
Cerita Pendek《Yo nunca quise lastimarte, Justin.》 ✨ #13 en 𝑔𝑟𝑎𝑚𝑚𝑦 ✨ #23 en 𝑗𝑎𝑥𝑜𝑛𝑏𝑖𝑒𝑏𝑒𝑟 ✨ #805 en 𝑏𝑒𝑙𝑖𝑒𝑏𝑒𝑟𝑠 ✨ #731 en 𝑗𝑢𝑠𝑡𝑖𝑛𝑏𝑖𝑒𝑏𝑒𝑟