CAP I PARTE II DE II

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Insólita aparición

Salimos los cuatro muy entusiasmados, mi madre nos llevaba en su auto, para dejarnos en la entrada del bosque. El viaje duraría unas seis horas caminando y nos quedaríamos tres días, volviendo la tercera noche, habíamos preparado todo muy perfectamente como para que nada saliera mal.

-¡preciosa! Me alegro que tu padre no se haya molestado esta vez en negarte la salida con nosotros-. Dijo Edward dándome una suave golpe en mi brazo, mi padre siempre se quejo de que solo tuviera amigos varones, que debería estar mas con chicas, haciendo cosas aburridas de chicas pero... ¿con que grupo de amigas sales 3 días al bosque por tu cumple años?

Edward era un chico alto a pesar de sus adorables 17 años, tenia el cabello ondulado y castaño, que recuerde... era algo egocéntrico pero siempre muy amable y sincero, un gran chico. - Vamos, que así no se trata a una princesa - agregó Aiden con sarcasmo, recostándose en el asiento y observando por la ventana. Aiden era como un incendio, no podías escapar de sus llamas, cabello largo y negro lo acostombraba atar con una coleta, tenía 21 años y era el líder del grupo. - tan chistoso siempre Aiden-. Lo miré sacándole la lengua, Keiran nos miró desde el asiento del copiloto y frunció en ceño -Bueno esa princesa esta cumpliendo años hoy- Apenas Keiran se volteo para seguir viendo el camino, Edward se arrodillo en el asiento agarrando mi mano. - Oh! Princesa yo seré tu fiel caballero y si es necesario morir, moriré por ti amada! - Todos reímos y mi madre solo mostraba una sonrisa de oreja a oreja.

Después de un largo camino, estacionó el carro -Hemos llegado al inicio de la vida-. Le llamábamos así al bosque y cada vez que lo nombráramos lo hacíamos con drama.

Nos empujabamos y reíamos sacando los maletines del carro, haciendo chistes tratando de anticipar lo que nos espera. Nos despedimos , mi madre dio un abrazo con un poco de miedo, a decir verdad nunca sospeché que no volvería para ver su sonrisa y que yo, su "pequeña" niña se perdería para siempre en un mar de memorias olvidadas por la humanidad.

Nos adentramos en el bosque, escuchaba como los árboles chocaban sus ramas al pasar el viento, me causaba cierta nostalgia, miedo, cada paso que daba se me hacia mas aterrador, no estaba oscureciendo, había suficiente luz para no temerle a las sombras. Varias veces intente que dejáramos de caminar o de agarrar un camino ya conocido para descansar, no me hicieron caso.

Después de caminar algunas horas Aiden notó mi mirada perdida en el camino, se dio cuenta que mis pensamientos estaban divagando - ¿Qué sucede? - Susurró Aiden apartando algunos cabellos de mi rostro y mi mirada que se fijaba en el camino, ahora estaba fija en sus ojos - No sucede nada, solo estoy cansada - Aiden me miro extraño, sonrió y se separó de mi adelantándose con los otros dos que caminaban a unos cuantos pasos delante de mi. - ¡Miren! ya llegamos al terreno, debemos darnos prisa, oscurecerá en un par horas- dijo Keiran corriendo hacia un espacio donde los arboles no crecían, donde la tierra era suave como la arena, y las piedras estaban apartadas, dejamos las cosas en el suelo y nos repartimos las tareas, Aiden y Edward empezaron a armar las carpas, yo saqué la cocinilla a gas y los implementos de cocina para empezar a hacer la cena y Keiram empezó a hacer la fogata para poder permanecer fuera de las carpas en la noche. Opte por los vegetales salteados, para evitar que se dañaran si los dejaba en la caba, de resto podíamos preparar otras cosas que no se dañarían tan rapido. Mientras preparaba los vegetale noté que Keiran se me quedaba viendo por unos segundos, ignoré su mirada varias veces. Ya habia logrado encender la fogata, se acercó a mi preguntándome -¿Como la estas pasando?- yo le sonreí - Bien, realmente no pensé que este seria un buen terreno para poder acampar - apagé la cocinilla, Keiran tomo mi mano suavemente jalandome hasta detrás de los arboles, parecía estar nervioso - eh yo... quisiera dormir hoy contigo...-me miro fijamente a los ojos, a decir verdad, me hubiera gustado rechazarlo, pero solo asentí con mi cabeza y sonreí de nuevo.

Volví a distraerme en el sonido del viento chocar con los arboles, me había acostado en el suelo detrás de la carpa con los ojos cerrados, la noche empezaba a acercarse y el viento se volvió frío, suave, esta vez no tenia miedo. Escuchaba el ronquido de los arboles y el cantar de una flauta, era como un murmullo, logre escucharlo claramente por unos segundos fugaces  su sonido hizo que mi corazón saltara, como si fuera a detenerse y me incorpore rápidamente, quise encontrar de donde provenía ese dulce sonido. ¿sabes cuando un grillo esta cerca? escuché el tintineo de unos cascabeles, me levanté y corrí hacia Aiden - ¡Aiden no estamos solos! - grité, no soné suficientemente nerviosa, ese sonido me había calmado tanto... - ¿de que hablas? no habrás estado recogiendo hongos verdad jaja- dijo riéndose de mi. -¡No! pero... oyee! estaba acostada y escuche una flauta y unos cascabeles - mi rostro parecía ser placentero porque Keiran sonrió - Vamos princesita tenemos una sorpresa para tí- sacaron un pan dulce de una bolsa y empezaron a cantar cumpleaños, yo solo sonreía agradecida, gritaban emocionados y bailaban alrededor de mi, Aiden sostenía el pan dulce, Edward y Keiran iban tras el.

Comimos el pan dulce con los vegetales que prepare, contamos historias, nos reímos de Edward que había empezado a imitar a Keiran cuando se reía... había sido sin duda, el mejor de los cumpleaños. cuando nos fuimos a dormir, Aiden vió que Keiran se habia acomodado en mi carpa, al parecer le disgusto bastante, pero se mantuvo callado encerrándose con Edward en su carpa. Rabian tres carpas siempre, esta vez metimos los bolsos y la comida en la que nadie usaría esta noche.

El calor de la fogata irradiaba aun estando apagada, no me había metido en la carpa y Keiran parecía haber caido en un sueño profundo, me quedé observando la luna llena, sonreí y cerre mis ojos para volver a cocentrarme en el viento.

Me estremecí al volver a escuchar el tintineo, esta vez no abri los ojos, simplemente lo seguí, sin pensarlo y cada vez estaba más y más cerca, caminé un poco más rapido por varios minutos... y así como empezó, terminó. Me quede quieta con los ojos cerrados, ahora la sensación de estar perdida me invadía, abrí los ojos y escuché a alguien acercarse a mi - Princesa... - volteé era Aiden, la luna me daba la suficiente luz para reconocerlo de cerca. - Te vi como caminabas con los ojos cerrados, decidí seguirte...- Sus palabras poco a poco se perdían en mi mente. En ese momento recordé mi sueño, hadas bailando a mi alrededor, con el sonido de una flauta, mire a mi alrededor, detrás de mi había una gran piedra con un símbolo en ella. - Te detuviste aquí por un buen rato ¿conocías este lugar?- era como si Aiden hablara otro idioma, realmente sus palabras se me hacían muy confusas no podía descifrarlas. me acerqué más a la roca y en el momento que iba a tocar el símbolo Aiden tomo mi mano y una gran luz nos envolvió. Sentí como mi cuerpo se volvía polvo, la luz era cegadora y mis sentidos experimentaban placer, no se como escuchaba, pero escuchaba una melodiosa canción, no se como sentía el sabor de un dulce néctar, pero era como saborear la fruta mas dulce, no se como tocaba pero sentí que mi piel era acariciada por la seda más suave, no se como olía pero era el aroma mas cautivador y poco a poco la luz se iba acoplando a formas junto con las sombras, pude ver antes de volver a cerrar mis ojos a Aiden caer frente mio.

Quedamos inconscientes, en un suelo frío, diferente, con rayos de sol tocando nuestros cuerpos desnudos.

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Próximo capítulo. El despertar de las almas.

realmente ha sido muy placentero para mi escribirlo y espero que les sea agradable leerlo! Hasta el próximo capítulo!

Gentecilla de chocolate 🍫 jaja.

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⏰ Última actualización: Mar 22, 2018 ⏰

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