Aquella chica volvió a entrar, y fue al mismo pasillo, al fin pude ver su rostro, como siempre estaba llorando, y le pregunté "¿qué te pasa?" ella solo dijo, "estoy cansada" y le dije de nuevo, "duerme un poco", a lo que su respuesta fue extraña "no lo entiendes".
Salió de nuevo del lugar, dejándome con la duda