Nervios. Eso era lo que sentía.
Luke es la persona más perfecta que alguien podría conocer. Yo soy... Yo.Abro la puerta del local, el ya está aquí, genial será más incómodo para mí.
- Hola Luke - lo saludo con un bso en la mejilla.
- Cómo estás Dyl? Lista para aprender? - respondió con una sonrisa de comercial de zukaritas.
No se si reírme o pararme e irme de aquí por semejante oración.
- Por favor, no lo digas de nuevo- me aguanté la risa.
- Esta bien, comencemos- agregó con esos ojos cautivadores.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Otra clase finalizada, por alguna extraña razón me encantaría quedarme un par de horas más escuchando a Luke hablando francés, a pesar de no entender ni un carajo.
- Bueno Dylan, mañana continuaremos, practica- y luego añadió- descansa hermosa- depositó un beso en mi mejilla y se fue sin vergüenza.
Madre mía, éste me va a matar.
- Tu novio?- pregunta una chica de otra mesa.
Niego con la cabeza.
- Es mi guapo maestro de francés.