Estos dos personajes son de historias completamente distintas. Uno es un soldado, y el otro un estudiante de secundaria. Bastiaan tiene veinte años y Bruno dieciséis, pero ambos tienen algunas cosas en común.
Los dos son pelinegros de miradas profundas. Y ambos no gozan del aprecio de las protagonistas. También, tienen los dos el mismo origen.
Estos dos chicos están inspirados en mi ex, pero en diferentes épocas. Bastiaan surgió cuando la relación apenas acabó y quizás por eso Bastiaan aparece al principio como un chico dulce y amable que se gana muy rápido la confianza de Glen. Mientras escribía VDT estaba pasando por ese proceso de duelo en el que primero te preguntas que había de mal contigo y en el que luego pasas a, literalmente, odiar a la otra persona; y estoy bastante segura de que la traición de Bastiaan se debe a eso. Porque a pesar de que él (mi ex) diría que no me traicionó, yo lo sentí así en algún momento.
Bruno, por otro lado, apareció mucho después, apareció incluso cuando creía que mi ex estaba olvidado. Pero analizando bien las características del personaje no pude pasar por alto que mi subconsciente hizo travesuras y que él sigue estando presente ahí. Quizás por eso Bruno (de: El Blog de Zarzamora) terminó siendo un idiota, porque eso es ahora aquel chico de negros cabellos que alguna vez me hizo sonreír.
Nota: Esta entrada la había publicado hace mucho tiempo y posteriormente la borré por motivos incorrectos (que no vienen a colación) El punto es que me di cuenta que si quise compartirlo con ustedes en primer lugar, no existe un motivo racional para eliminarlo. Así que aquí esta de nuevo. Respeto a la última línea, ese chico de negros cabellos y yo hicimos las paces el año pasado.
No somos amigos ni lo seremos, pero de nada sirve cargar con rencores durante toda la vida. Así que todo esta bien y me quedo con el hecho de que gracias a esa persona, estos dos personajes fueron lo que fueron.
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El Espacio de Ara
AléatoireUn pequeño rincón para sacar a la luz algunas curiosidades de mis historias, información de proyectos nuevos, retos a los que me nominen o cualquier otra cosilla que ocurra por ahí.