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Narra Max
Max: Esta bien, gracias.
Terminando de decir eso, mi tía se fue de la habitación y me dejó a solas con Alexis, al fin. Estas ganas de besarlo, comerlo, devorarlo, no puedo más, simplemente no puedo más. Al ver la cara de Alexis me da mucha risa, es como si hubiera visto a un fantasma, se ve muy asustado y eso me excita. Voy a jugar un rato con el.
Max: Al fin los dos solos.- dije con la cara más perversa que puede, ja.
Alexis: Es mi fin, moriré virgen.
Max: Te puedo ayudar con eso.- Dije lo anterior con la cara de excitación falsa. Su mirada perdida era tan bonita, solo con verla me siento feliz.
Alexis: Wow! Espera, de eso nada.
Max: De eso mucho.
Dije mientras me acercaba cada vez más y más a él. Cuando de pronto lo bese, otra vez, cada vez que lo hacíamos era tan perfecto, no me cansaba ni me cansare de besarlo, él es mío y solamente mío.
Tras un rato de estarnos besándonos sin parar, él se detuvo a decirme algo.
Alexis: Esto está mal, somos primos y lo peor de todo, hombres.
Max: Eso no tiene nada de malo, y lo de primos es político, no por sangre.
Alexis: Si, pero.....
Lo calle de un beso, me tenía arto de tantas palabras. El tiene miedo al qué dirán, a ser juzgado. Si él me dejara estar a su lado, nunca dejare que le hagan daño, y si le dicen algo o lo lastiman, yo estaré ahí para protegerlo.
Alexis: No Max, para. Esto está mal.
Max: No te preocupes, mientras nadie se entere esta todo bien.
Alexis: No estoy seguro.
Max: ¿Confías en mí?
Alexis: La verdad es que no.
Me dio tanta risa su respuesta, aunque tiene razón, ¿Quién confiaría en mi? Nadie! pero no me importa, mientras tenga a Max a mi lado no me importa nada.
Seguimos besándonos sin parar, mientras más nos besáramos, más ganas nos teníamos, con cada beso que me daba me excitaba más. Ya no podía aguantar le empece a quitar la ropa, prenda por prenda, aunque al principio su reacción fue confusa y espantado, él me correspondió. Cuando por fin los dos estábamos completamente desnudos, mis manos fueron descendiendo hasta llegar a su pene, me sorprendió lo grande que la tenía, pero eso no era lo importante ahora. No podíamos creer lo que estábamos haciendo, yo masturbándolo y el arañándome la espalda de placer. Cuando paré lo empece a besar por todo el cuerpo y el con gemidos ahogados era como el paraíso, todo era perfecto el, yo y con mis labios recorriendo todo su cuerpo y de pronto sus gemidos me excitaban cada vez más y más, y rodamos cómodas  locos en la cama, mutuamente saciábamos las ganas. No podíamos esperar más, le metí mi pene de una buena vez, era una sensación de satisfacción y placer tam grande que no tengo palabras para explicarla.
Cuando despertamos, nos vimos a las caras sin saber que decirnos, como si por primera vez hubiera visto a la persona más maravillosa del mundo.
Alexis: Hola.
Max: Hola.
Alexis: Deberíamos vestirnos.
Max: Ya te dije que a mí me gusta estar sin ropa.
Alexis: De eso nada!
Max: Lo mismo dijiste anoche y mira en lo que acabo!
Había dejado sin palabras a Alexis. Me sorprendió que no me siguiera molestando con eso. Después de vestirme, nos fuimos a la escuela a terminas de hacer el proyecto que supuestamente íbamos a hacer anoche. Cuando llegamos a la escuela, no pasaron ni 5 segundos para tener encima a Enrique, el odioso amigo de la infancia de Alexis.
Enrique: Hola Alexis!- dijo el idiota mientras abrazaba lo que es mío- ¿Si pudiste acabar el proyecto anoche?
Alexis: No puede.
Enrique: Ahh, es que como no contestabas mis mensajes creí que era porque estabas ocupado con el proyecto.
Alexis: No, lo siento estaba ocupado con otra cosa.
Max: Si! Con algo más importante que tu!- dije con un tono superior.
El simplemente se me quedó mirando la cara un poco desorientado, pero al parecer no le dio importancia y se marchó.
Enrique: Bueno, nos vemos pronto Alexis.
Y así fue como se marchó dejándonos a Alexis y a mí solos otra vez.
Alexis: No tenías que ser tan grosero con el.
Max: Tu le gustas y no me gusta que a la gente le guste lo que es mío!
Alexis: Para empezar, no soy tuyo y otra, yo no le gusto, solo somos buenos amigos de la infancia.
Max: Tu crees eso, pero él te está viendo con otra cara.
Alexis: Aish, mejor deja de decir idioteces.
Max: El te desea, no quieras ignorarlo!!!
Tras decir lo anterior, se marchó con Enrique, él se alegró al instante, pero yo, yo estaba que lo quería matar. En todo el día no me volvió a hablar, solo en la hora de la salida porque nos vamos juntos a mi casa.
Alexis: Ya vámonos.
Max: Esta bien.- dije con desinterés.
Mientras estábamos en el taxi sonó mi celular.
*Llamada*
Max: ¿Qué pasó mamá?
Mamá: Solo te quería decir que tu papá, tu hermano y yo salimos por un asunto, disculpa si no te dijimos pero ahora te vas a tener que quedar solo.
Max: Esta bien.
*Fin de la llamada*
Max: Oye, mi familia no va a poder venir hoy a mi casa, así que solo estaremos tú y yo.
Alexis: Esta bien.
Max: ¿Espera que? ¿Dijiste que estaba bien?- dije un poco confuso.
Alexis: Si, esta bien. Solo me voy a quedar un rato.

Amor de primosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora