C A P I T U L O VII Sobre el enfrentamiento directo e indirecto

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La regla ordinaria para el uso del ejército es que el mando del ejército reciba órdenes delas autoridades civiles y después reúne y concentra a las tropas, acuartelándolas juntas.Nada es más difícil que la lucha armada.Luchar con otros cara a cara para conseguir ventajas es lo más arduo del mundo.La dificultad de la lucha armada es hacer cercanas las distancias largas y convertirlos problemas en ventajas.Mientras que das la apariencia de estar muy lejos, empiezas tu camino y llegas antes queel enemigo.Por lo tanto, haces que su ruta sea larga, atrayéndole con la esperanza de ganar. Cuandoemprendes la marcha después que los otros y llegas antes que ellos, conoces la estrategiade hacer que las distancias sean cercanas.Sírvete de una unidad especial para engañar al enemigo atrayéndole a una falsapersecución, haciéndole creer que el grueso de tus fuerzas está muy lejos; entonces,lanzas una fuerza de ataque sorpresa que llega antes, aunque emprendió el caminodespués.Por consiguiente, la lucha armada puede ser provechosa y puede ser peligrosa.Para el experto es provechosa, para el inexperto peligrosa.Movilizar a todo el ejército para el combate en aras de obtener alguna ventaja tomaríamucho tiempo, pero combatir por una ventaja con un ejército incompleto tendría comoresultado una falta de recursos.Si te movilizas rápidamente y sin parar día y noche, recorriendo el doble de la distanciahabitual, y si luchas por obtener alguna ventaja a miles de kilómetros, tus jefes militaresserán hechos prisioneros. Los soldados que sean fuertes llegarán allí primero, los máscansados llegarán después - como regla ge neral, sólo lo conseguirá uno de cada diez.Cuando la ruta es larga las tropas se cansan; si han gastado su fuerza en la movilización,llegan agotadas mientras que sus adversarios están frescos; así pues, es seguro que seránatacadas.Combatir por una ventaja a cincuenta kilómetros de distancia frustrará los planes delmando, y, como regla general, sólo la mitad de los soldados lo harán.Si se combate por obtener una ventaja a treinta kilómetros de distancia, sólo dos de cadatres soldados los recorrerán.Así pues, un ejército perece si no está equipado, si no tiene provisiones o si no tienedinero.Estas tres cosas son necesarias: no puedes combatir para ganar con un ejército noequipado, o sin provisiones, lo que el dinero facilita.Por tanto, si ignoras los planes de tus rivales, no puedes hacer alianzas precisas.A menos que conozcas las montañas y los bosques, los desfiladeros y los pasos, y lacondición de los pantanos, no puedes maniobrar con una fuerza armada. A menos queutilices guías locales, no puedes aprovecharte de las ventajas del terreno.Sólo cuando conoces cada detalle de la condición del terreno puedes maniobrar yguerrear.Por consiguiente, una fuerza militar se usa según la estrategia prevista, se movilizamediante la esperanza de recompensa, y se adapta mediante la división y la combinación.Una fuerza militar se establece mediante la estrategia en el sentido de que distraes alenemigo para que no pueda conocer cuál es tu situación real y no pueda imponer susupremacía. Se moviliza mediante la esperanza de recompensa, en el sentido de que entraen acción cuando ve la posibilidad de obtener una ventaja. Dividir y volver a hacercombinaciones de tropas se hace para confundir al adversario y observar cómo reaccionafrente a ti; de esta manera puedes adaptarte para obtener la victoria.Por eso, cuando una fuerza militar se mueve con rapidez es como el viento; cuando valentamente es como el bosque; es voraz como el fuego e inmóvil como las montañas.Es rápida como el viento en el sentido que llega sin avisar y desaparece como elrelámpago. Es como un bosque porque tiene un orden. Es voraz como el fuego quedevasta una planicie sin dejar tras sí ni una brizna de hierba. Es inmóvil como unamontaña cuando se acuartela.Es tan difícil de conocer como la oscuridad; su movimiento es como un trueno queretumba.Para ocupar un lugar, divide a tus tropas. Para expandir tu territorio, divide los beneficios.La regla general de las operaciones militares es desproveer de alimentos al enemigo todolo que se pueda. Sin embargo, en localidades donde la gente no tiene mucho, es necesariodividir a las tropas en grupos más pequeños para que puedan tomar en diversas partes loque necesitan, ya que sólo así tendrán suficiente.En cuanto a dividir el botín, significa que es necesario repartirlo entre las tropas paraguardar lo que ha sido ganado, no dejando que el enemigo lo recupere.Actúa después de haber hecho una estimación. Gana el que conoce primero la medida delo que está lejos y lo que está cerca: ésta es la regla general de la lucha armada.El primero que hace el movimiento es el "invitado", el último es el "anfitrión". El"invitado" lo tiene difícil, el "anfitrión lo tiene fácil". Cerca y lejos significandesplazamiento: el cansancio, el hambre y el frío surgen del desplazamiento.Un antiguo libro que trata de asuntos militares dice: "Las palabras no son escuchadas, pareso se hacen los símbolos y los tambores. Las banderas y los estandartes se hacen a causade la ausencia de visibilidad." Símbolos, tambores, banderas y estandartes se utilizan paraconcentrar y unificar los oídos y los ojos de los soldados. Una vez que están unificados,el valiente no puede actuar solo, ni el tímido puede retirarse solo: ésta es la regla generaldel empleo de un grupo.Unificar los oídos y los ojos de los soldados significa hacer que miren y escuchen alunísono de manera que no caigan en la confusión y el desorden. La señales se utilizanpara indicar direcciones e impedir que los individuos vayan a donde se les antoje.Así pues, en batallas nocturnas, utiliza fuegos y tambores, y en batallas diurnas sírvete debanderas y estandartes, para manipular los oídos y los ojos de los soldados.Utiliza muchas señales para confundir las percepciones del enemigo y hacerle temer tutemible poder militar.De esta forma, haces desaparecer la energía de sus ejércitos y desmoralizas a susgenerales.En primer lugar, has de ser capaz de mantenerte firme en tu propio corazón; sóloentonces puedes desmoralizar a los generales enemigos. Por esto, la tradición afirma quelos habitantes de otros tiempos tenían la firmeza para desmoralizar, y la antigua ley de losque conducían carros de combate decía que cuando la mente original es firme, la energíafresca es victoriosa.De este modo, la energía de la mañana está llena de ardor, la del mediodía decae y laenergía de la noche se retira; en consecuencia, los expertos en el manejo de las armasprefieren la energía entusiasta, atacan la decadente y la que se bate en retirada. Son elloslos que dominan la energía.Cualquier débil en el mundo se dispone a combatir en un minuto si se siente animado,pero cuando se trata realmente de tomar las armas y de entrar en batalla, es poseído por laenergía; cuando esta energía se desvanece, se detendrá, estará asustado y se arrepentirá dehaber comenzado. La razón por la que esa clase de ejércitos miran por encima delhombro a enemigos fuertes, lo mismo que miran a las doncellas vírgenes, es porque seestán aprovechando de su agresividad, estimulada por cualquier causa.Utilizar el orden para enfrentarse al desorden, utilizar la calma para enfrentarse con losque se agitan, esto es dominar el corazón.A menos que tu corazón esté totalmente abierto y tu mente en orden, no puedes esperarser capaz de adaptarte a responder sin límites, a manejar los acontecimientos de manerainfalible, a enfrentarte a dificultades graves e inesperadas sin turbarte, dirigiendo cadacosa sin confusión.Dominar la fuerza es esperar a los que vienen de lejos, aguardar con toda comodidad alos que se han fatigado, y con el estómago saciado a los hambrientos.Esto es lo que se quiere decir cuando se habla de atraer a otros hacia donde estás, altiempo que evitas ser inducido a ir hacia donde están ellos.Evitar la confrontación contra formaciones de combate bien ordenadas y no atacargrandes batallones constituye el dominio de la adaptación.Por tanto, la regla general de las operaciones militares es no enfrentarse a una granmontaña ni oponerse al enemigo de espaldas a ésta.Esto significa que si los adversarios están en un terreno elevado, no debes atacarlescuesta arriba, y que cuando efectúan una carga cuesta abajo, no debes hacerles frente.No persigas a los enemigos cuando finjan una retirada, ni ataques tropas expertas.Si los adversarios huyen de repente antes de agotar su energía, seguramente hayemboscadas esperándote para atacar a tus tropas; en este caso, debes retener a tusoficiales para que no se lancen en su persecución.No consumas la comida de sus soldados.Si el enemigo abandona de repente sus provisiones, éstas han de ser probadas antes de sercomidas, por si están envenenadas.No detengas a ningún ejército que esté en camino a su país.Bajo estas circunstancias, un adversario luchará hasta la muerte. Hay que dejarle unasalida a un ejército rodeado.Muéstrales una manera de salvar la vida para que no estén dispuestos a luchar hasta lamuerte, y así podrás aprovecharte para atacarles.No presiones a un enemigo desesperado.Un animal agotado seguirá luchando, pues esa es la ley de la naturaleza.Estas son las leyes de las operaciones militares.

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