Algunos terrenos son fáciles, otros difíciles, algunos neutros, otros estrechos,accidentados o abiertos.Cuando el terreno sea accesible, sé el primero en establecer tu posición, eligiendo lasalturas soleadas; una posición que sea adecuada para transportar los suministros; asítendrás ventaja cuando libres la batalla.Cuando estés en un terreno difícil de salir, estás limitado. En este terreno, si tu enemigono está preparado, puedes vencer si sigues adelante, pero si el enemigo está preparado ysigues adelante, tendrás muchas dificultades para volver de nuevo a él, lo cual jugará encontra tuya.Cuando es un terreno desfavorable para ambos bandos, se dice que es un terreno neutro.En un terreno neutro, incluso si el adversario te ofrece una ventaja, no te aproveches deella: retírate, induciendo a salir a la mitad de las tropas enemigas, y entonces cae sobre élaprovechándote de esta condición favorable.En un terreno estrecho, si eres el primero en llegar, debes ocuparlo totalmente y esperaral adversario. Si él llega antes, no lo persigas si bloquea los desfiladeros. Persíguelo sólosi no los bloquea.En terreno accidentado, si eres el primero en llegar, debes ocupar sus puntos altos ysoleados y esperar al adversario. Si éste los ha ocupado antes, retírate y no lo persigas.En un terreno abierto, la fuerza del ímpetu se encuentra igualada, y es difícil provocarlea combatir de manera desventajosa para él.Entender estas seis clases de terreno es la responsabilidad principal del general, y esimprescindible considerarlos.Éstas son las configuraciones del terreno; los generales que las ignoran salen derrotados.Así pues, entre las tropas están las que huyen, la que se retraen, las que se derrumban, lasque se rebelan y las que son derrotadas. Ninguna de estas circunstancias constituyendesastres naturales, sino que son debidas a los errores de los generales.Las tropas que tienen el mismo ímpetu, pero que atacan en proporción de uno contra diez,salen derrotadas. Los que tienen tropas fuertes pero cuyos oficiales son débiles, quedanretraídos.Los que tienen soldados débiles al mando de oficiales fuertes, se verán en apuros. Cuandolos oficiales superiores están encolerizados y son violentos, y se enfrentan al enemigo porsu cuenta y por despecho, y cuando los generales ignoran sus capacidades, el ejército sedesmoronará.Como norma general, para poder vencer al enemigo, todo el mando militar debe tener unasola intención y todas las fuerzas militares deben cooperar.Cuando los generales son débiles y carecen de autoridad, cuando las órdenes no sonclaras, cuando oficiales y soldados no tienen solidez y las formaciones son anárquicas, seproduce revuelta.Los generales que son derrotados son aquellos que son incapaces de calibrar a losadversarios, entran en combate con fuerzas superiores en número o mejor equipadas, y noseleccionan a sus tropas según los niveles de preparación de las mismas.Si empleas soldados sin seleccionar a los preparados de los no preparados, a los arrojadosy a los timoratos, te estás buscando tu propia derrota.Estas son las seis maneras de ser derrotado. La comprensión de estas situaciones es laresponsabilidad suprema de los generales y deben ser consideradas.La primera es no calibrar el número de fuerzas; la segunda, la ausencia de un sistemaclaro de recompensas y castigos; la tercera, la insuficiencia de entrenamiento; la cuartaes la pasión irracional; la quinta es la ineficacia de la ley del orden; y la sexta es el fallode no seleccionar a los soldados fuertes y resueltos.La configuración del terreno puede ser un apoyo para el ejército; para los jefes militares,el curso de la acción adecuada es calibrar al adversario para asegurar la victoria y calcularlos riesgos y las distancias. Salen vencedores los que libran batallas conociendo estoselementos; salen derrotados los que luchan ignorándolos.Por lo tanto, cuando las leyes de la guerra señalan una victoria segura es claramenteapropiado entablar batalla, incluso si el gobierno ha dada órdenes de no atacar. Silas leyes de la guerra no indican una victoria segura, es adecuado no entrar enbatalla, aunque el gobierno haya dada la orden de atacar. De este modo se avanza sinpretender la gloria, se ordena la retirada sin evitar la responsabilidad, con el únicopropósito de proteger a la población y en beneficio también del gobierno; así se rinde unservicio valioso a la nación.Avanzar y retirarse en contra de las órdenes del gobierno no se hace por interés personal,sino para salvaguardar las vidas de la población y en auténtico beneficio del gobierno.Servidores de esta talla son muy útiles para un pueblo.Mira por tus soldados como miras por un recién nacido; así estarán dispuestos a seguirtehasta los valles más profundos; cuida de tus soldados como cuidas de tus queridos hijos,y morirán gustosamente contigo.Pero si eres tan amable con ellos que no los puedes utilizar, si eres tan indulgente que noles puedes dar órdenes, tan informal que no puedes disciplinarlos, tus soldados seráncomo niños mimados y, por lo tanto, inservibles.Las recompensas no deben utilizarse solas, ni debe confiarse solamente en los castigos.En caso contrario, las tropas, como niños mimosos, se acostumbran a disfrutar o a quedarresentidas por todo. Esto es dañino y los vuelve inservibles.Si sabes que tus soldados son capaces de atacar, pero ignoras si el enemigo esinvulnerable a un ataque, tienes sólo la mitad de posibilidades de ganar. Si sabes que tuenemigo es vulnerable a un ataque, pero ignoras si tus soldados son capaces de atacar,sólo tienes la mitad de posibilidades de ganar. Si sabes que el enemigo es vulnerable a unataque, y tus soldados pueden llevarlo a cabo, pero ignoras si la condición del terreno esfavorable para la batalla, tienes la mitad de probabilidades de vencer.Por lo tanto, los que conocen las artes marciales no pierden el tiempo cuando efectúan susmovimientos, ni se agotan cuando atacan. Debido a esto se dice que cuando te conoces ati mismo y conoces a los demás, la victoria no es un peligro; cuando conoces el cielo y latierra, la victoria es inagotable.
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El Arte De La Guerra
AcakEl Arte de la Guerra es el mejor libro de estrategia de todos los tiempos. Inspiró a Napoleón, Maquiavelo, Mao Tse Tung y muchas más figuras históricas. Este libro de dos quinientos mil años de antigüedad, es uno de los más importantes textos clásic...