Estaré publicando caps de esta historia todo el día, es posible que no lo logre y hasta el lunes existan caps.
Error de San Valentín
San Valentín, el día de los enamorados, una fecha llena de romanticismo, flores y el odioso recuerdo de mi soltería, como si no fuera lo suficientemente malo el resto del año.
La gente en todos lados irradia amor y los mercados sienten una gran satisfacción en el bolsillo al ayudar a los enamorados.
Aún faltan unos días para la fecha, pero al igual que para Navidad ya se puede ver la "magia" en el aire. No hay puesto de flores que no tenga rosas y globos de corazón o tienda que no tenga chocolates cursis, hasta las marcas de perfume sacan su línea para esta fecha.
Todos los años es igual para mí en estas fechas, mi casa se vuelve deprimente pare las festividades. Mi padre celebra san Valentín con el recuerdo de mi madre, bebe una botella de vino y otra y otra, hasta que se duerme abrazando los chocolates u otro regalo que habría sido perfecto para la fecha de seguir mi madre viva, el 15 siempre vamos a visitarla a su tumba, pero todo el 14 me la paso en mi habitación haciendo nada, para colmo este año cae domingo, no hay nada que pueda salvarme de mi aburrimiento un domingo, a menos que...
Este año no pienso ser un soltero mas! Estoy decidido armarme de valor y decirle a Astrid todo lo que pienso, le diré lo mucho que me gusta y...y...ok, aceptémoslo, todos sabemos que apenas llegue frente a ella no sabré que decir, contestaré torpe y sarcásticamente todo lo que me pregunté, inventare estupideces y saldré corriendo, no tengo las agallas para hablar directamente con ella.
Como siempre, hable de mi dilema con mis amigas. Si, solo tengo amigos de sexo femenino.
En fin, ellas escucharon mis quejas casi en silencio, ambas reían un poco y de vez en cuando interrumpían con pequeños comentarios. Al final la única que me dio consejo fue Rapunzel, Merida está muy desinteresada del romance como para imaginar femeninamente lo que le gustaría para san Valentín, se conformaba con los dulces de amistad que todos los años preparaba nuestra rubia amiga.
La respuesta final fue, una carta. A muchas chicas les gusta eso del romanticismo de antaño, cartas de amor, regalos secretos, serenatas bajo el balcón. Todo eso era mucho para mí, con la carta podía darme más que satisfecho y podía decir todo lo que tenía planeado sin avergonzarme, por lo menos no me paralizaría.
Durante ese día en clases, escribí la carta. Me sorprendí a mí mismo de lo poético que podía llegar a ser, tuve que escribir tres borradores antes de llegar al definitivo sin sonar como un demente con poemas sheskpearianos, fue mala idea intentar participar en "Romeo y Julieta" tanto amor desenfrenado me había afectado al expresarme.
Mi carta estuvo lista casi al final del día, Rapunzel me ayudó a conseguir un papel bonito y Merida transcribió el texto, a pesar de su falta de tacto y femineidad, tiene una letra neutral muy bonita, mucho más que la misma y universalmente entendible.
Antes de la última campana corrí al casillero de Astrid para dejar la carta dentro, no soy un gran atleta y el estruendoso sonido me atrapo. Lancé la carta dentro del contenedor metálico y salí corriendo para esconderme en otro pasillo, desde ahí apenas podía ver el casillero de Astrid, estaba muy nervioso, el repasar en mi cabeza toda la cursilería no me ayudaba en lo más mínimo.
Mi chica anhelada llego, abrió su casillero y nada pasó. Mi carta no estaba ahí, Astrid tenía pocas cosas dentro y estaba claro que mi carta no estaba. Disimuladamente me acerqué para ver mejor, fingí ser un transeúnte más y lo confirme, no estaba mi carta, por Odin. Me equivoqué de casillero!
