El accidente.

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Hoy es sábado, mi día favorito de la semana, ¿y saben por qué? Porque los sábados nos vamos Emmy y yo al karaoke. Nos pasamos toda la tarde cantándo, pero éste sábado habíamos invitado a los gemelos Clark y Liu.
Estábamos Emmy y yo en mi casa arreglándonos cuando sonó su móvil.

Emmy- es Clark. -contestó- ¿sí? ya estáis? valep, dénnos un segundo. -colgó y me miró con su dulce sonrisita- nos están esperando abajo.
Yo- ¡vaalep!

Me levanté, cogimos nuestros bolsos y salimos por la puerta, encontrándonos con un coche enfrente de mi casa.

Yo- ¿sois tan vagos que en vez de llamar al timbre nos llamáis por teléfono? -riéndome-
Liu -sonriendo como tonto- sip.

Oh dios me encanta esa sonrisa.

Emmy- entonces, ¿vamos?
Yo- ¡síiiii!

Entramos al coche y Clark puso la música. Liu conducía. Ah no les dije, tenemos 18 años... bueno tienen, yo los cumplo esta noche, yaay! :3.
Cuando llegamos Liu aparcó y entramos al karaoke, como la chica de recepción nos conocía a Emmy y a mi, teníamos una sala para nosotras solas así que no hizo falta preguntarle, solo le sonreímos como siempre y ella nos devolvió la sonrisa.
Cuando llegamos me tiré al sofá, no sin antes dejar mi bolso en el suelo. Emmy fue a ordenar algo para comer y nos quedamos los chicos y yo.

Yo- bien, y ahora... ¿¡Quien quiere ser el primero en cantaaaar!? -pregunté riéndo y gritando un poco-
Clark- yo no sé cantar.
Yo- aaah mi querido Clark, las excusas baratas de los chinos no son buenas. -chasqueaba la lengua mientras se lo decía, haciendo así un gesto de desaprovación-
Clark- ya ya... Liu canta tu -miró a Liu con una pícara sonrisa- que tu di sabes cantar.
Liu- naah qué va, que canten primero las chicas. -Me sonrió dulcemente, dios enserio amo esa sonrisa-

Entró Emmy con una bandeja llena de comida y la dejó en la mesa.

Emmy- aquí estoy, ¿qué me perdí?
Yo- ¡Emmy~! canta. -le sonreí como niña pequeña-
Emmy- ¿estában peleando por ver quién canta antes? -se rió- bien, yo cantaré.

Emmy subió al escenario y empezó a cantar, luego fui yo, luego los chicos, y así. Hasta que llegó la hora de mi cumpleaños.

Todos- ¡Felicidades!

Me trajeron una tarta y botellas de champán. Lo celebramos a lo grande, claro que los chicos acabaron borrachos, no aguantaban bien el alcohol, así que de vuelta Emmy condujo.

Estaba oscuro, yo y Emmy íbamos hablando un poco bajo para no despertarlos, y entonces nos chocó lo que parecía ser un gran camión.
Lo último que pude ver fue a Emmy sangrando y mirándome en el suelo, el choque no le había afectado mucho a ella, puesto que había sido por mi lado, pero las dos estábamos muy mal...
Después de la imagen de Emmy, cerré los ojos en un profundo sueño del que creí que nunca despertaría, estaba muy cansada y sin fuerzas para luchar contra las ganas de dormir para siempre.

Recuerdos perdidos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora