Capítulo 11

110 19 0
                                    

No he conseguido pegar ojo en toda la noche. No sé en lo que estaba pensando al dejarme llevar por Alex,... ese idiota... Nunca pasa nada bueno si él está cerca. Soy tan tonta... pero no lo volveré a hacer, juro que no lo volveré a hacer.

- ¡Eh! Amanda, ¿estás despierta?- pregunta Miranda desde el otro lado de la habitación. Yo estoy mirando la pared, con lo cual no sabe que llevo despierta toda la noche y no sé si me apetece hablar ahora mismo de lo sucedido. Sin embargo, me doy la vuelta porque es la única amiga que tengo y toda mi vida he querido tener una para compartir estos momentos y que me aconseje.

- Si.- respondo mientras me agarro más fuerte a mis mantas.

- ¿Qué tal te fue? No pareces muy feliz.- dice acercándose a mí y sentándose en mi cama. Yo me aparto un poco para dejarle más hueco.

- Pues, veras...no sé por dónde empezar. – me siento en la cama y apoyo la espalda contra la pared. – Llegamos al campo de futbol y hasta allí todo había ido estupendamente pero cuando llegamos... estaba Thomas y al poco rato llegó Alex.

- ¡No!- dice Miranda tapándose la boca con la mano.- ¿Y qué hacían allí?

- Eran el equipo contrario.

- Ah...

- Estaban jugando cuando Alex pego a Ethan y se lo tuvieron que llevar a la enfermería.

- Oh vaya... ese idiota.... Siempre estropeándolo todo... ¿fuisteis a cenar?

- Ahí está el problema. No fui porque el estúpido de Alex me arrastró a una fiesta en la que luego me dejo sola y tuve que llamar al pobre Ethan, al que había dejado plantado sin querer, a que me recogiera.

- Oh vaya... ¿y fue?

- Si... fue... pero me siento mal por él.

- ¿Por qué?

- Pues porque... no sé... parece como si solo lo llamara cuando lo necesito.

- Oh vamos, solo lo has llamado una vez, lo importante es que fue a buscarte y eso es porque le gustas. – dice poniéndose de pie.- ¿No pasó nada más que hayas querido omitir?

- Bueno... esto...- ella levanta una ceja y me mira con interés mientras yo me debato en contar lo del beso en la mejilla.- Cuando se despidió de mi me dio un beso en la mejilla. – digo rápidamente.

A Miranda se le abren los ojos como platos y de un salto se sienta en mi cama otra vez.

- ¡¡¡Lo sabía!!! Siempre tan caballero... ¡que romántico! Llámalo, tienes que llamarlo.

- No.- niego rotundamente.

- ¿Por qué no?- se queja.

- Porque no sabría que decirle.

- Invítalo a tomar algo por la tarde. ¡Oh vamos Amy! No vas a encontrar a otro chico igual. Ojalá se hubiera fijado en mi, te aseguro que no lo dejaría escapar.

- Un beso en la mejilla no significa nada Miranda. Yo creo que me lo dio porque le daba pena y quería animarme.

- ¿En qué mundo vives tía? O lo llamas tú o lo llamo yo.

- Está bien...- accedo a regañadientes. No le tenía que haber contado nada. – Primero voy a ducharme.

- Te estaré esperando- dice mientras cierro la puerta detrás de mí.

I wishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora