El otro lado del espejo. [Editando]

4. ¿Enamorada? Enamorada.

Hola, bien creo que este capitulo os va a gustar ya que es algo más....nah mejor me decís cuando lo leáis.

Esta historia esta registrada con mi nombre por SafeCreative, se prohíben las copias totales o parciales, al igual que adaptaciones.

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Por favor leer la nota del final del capitulo. Esto es todo aquí os lo dejo.

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Me quede muy quieta sin saber muy bien que hacer a continuación ya que no estaba acostumbrada a que me besaran. En el fondo de mi mente, alguna parte me susurraba que no debería dejarme besar ya que no lo conocía lo suficiente y otra parte mucho mayor me decía a la otra que cerrara la boca.
Cerré los ojos y espere a que el beso llegara, sentí un roce leve en el pelo como el de una pluma y me temblaron las rodilla. Por suerte estaba sentada.

No se cuento tiempo estuve así pero cuando por fin me decidí a abrir los ojos el me miraba con una mirada que no supe que significaba.

-tenías esto en el pelo -me mostró una pequeña hoja seca.
Me sonroje y miré hacia la ventana mostrando una sonrisa amable de agradecimiento cuando en verdad lo que quería era que me tragara la tierra. El no había querido besarme, tonta de mi, lo único que pretendía era quitarme la estúpida hoja del pelo.

-¿Estas bien? no tienes muy buena cara, te pusiste pálida.

-estoy bien, solo pensaba en mis cosas -estaba un poco enojada de que no me besara.
¿Eso que significa? lo que significa es que quiero que lo haga, deseo que lo haga y suena estúpido que lo diga pero en lo poco que lo conozco ya siento algo por el.

-¿como es tu familia? -me sorprendió con la pregunta.
Me lo quede mirando y pensé en contarle una mentira, tipo mi familia es perfecta, pero luego pensé que probablemente Susan le contara de mi y cogería mi mentira.

-Tengo un padre -me encogí de hombros dándole a entender que era todo lo que necesitaba saber.

-¿Nada más? -elevó las cejas.

-No, mi madre murió y soy hija única -lo miré armándome de valor, ahora le toca a el- ¿y la tuya?.

-Yo no tengo familia, vivía con un tío en Texas pero hubo algunos problemas y tuve que venir aquí.

Vaya, me lo quede mirando aunque no con pena , no creo que a nadie le guste sentirse observado de esa manera, no pensé que me diría eso y la verdad es que lo único que había conseguido era ponerme más ansiosa. En vez que contestar a las preguntas de mi mente se estaban formulando otras diferentes haciendo de ella un puzzle de lo más entretejido y complicado.

Como no quería ser pesada con el tema lo deje correr por el momento, estaba segura de que me contaría cuando estuviera preparado, no tenía prisa por saberlo .

Cada rato en rato lo miraba con disimulo mientras el escribía en su libreta, las pestañas hacían sombras en sus mejillas que parecían las alas de un ángel extendiéndose por sus pómulos. Me miro e interrumpió  mis pensamientos, esos ojos eran profundos y me caía en ellos, no me importaría perderme en el abismo si fuera así.

-Creo que no entiendo muy bien esto, ¿te importa explicarme? -dio uno leves golpes en la silla a su lado.

-claro -me levante y me senté a su lado- ¿cuál?

El me señalo un ejercicio de matemáticas, en seguida supe que mentía ya que hoy lo habíamos echo en la clase y de echo el fue uno de los que salió a la pizarra, le seguí el juego.